La prensa oficial se ha lanzado a celebrar este jueves la inauguración, prevista para el próximo 25 de noviembre, de una planta de fabricación de pienso para consumo animal de maquinaria y financiamiento vietnamitas. Pese al optimismo de las autoridades, ese nuevo complejo, ubicado en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel, no es ninguna garantía de que, ni con el apoyo de Vietnam, puedan paliar la crisis que ha contribuido a dejar al país sin ganado.
La parte cubana de ViMariel S.A., que ha instalado su maquinaria en la fábrica de pienso Leopoldo Reyes, en San Cristóbal, enumeró para el oficialista El Artemiseño las bondades de la nueva industria: servicio de pesaje para camiones, almacenes y silos, y la producción, por jornada, de unas 200 toneladas de pienso.
Michel Ravelo Herrera, director de la empresa, garantizó también que, al menos durante los primeros días, contarían con materia prima para producir sin detenerse. De importación, permanecen en los almacenes salvado de arroz, soya y “otros subproductos” como bactericidas. De producción nacional, unas escasas 200 hectáreas de maíz sembradas en Mayabeque.
El directivo, que promete que la industria trabajará las 24 horas del día, para lo que han contratado a 11 trabajadores, no explicó, sin embargo, qué piensa hacer cuando las materias primas iniciales comiencen a escasear como en el resto del país, o si ViMariel también se hará cargo.
De importación, permanecen en los almacenes salvado de arroz, soya y “otros subproductos”. De producción nacional, unas escasas 200 hectáreas de maíz sembradas en Mayabeque
La producción de pienso de uso agropecuario en Cuba, que se hace principalmente con maíz (el 98% se dedica a esta industria) y soya (las plantaciones nacionales son mínimas), se encuentra en una debacle irreversible desde al menos 2017, año en el que también comenzaron a caer las importaciones de materia prima para su elaboración sin que existiera un aumento en la producción interna.
Según el informe anual del sector de la Oficina Económica y Comercial de la Embajada de España para el Icex, la agencia pública de Exportación e Inversiones para ese país, “en los últimos años la producción de pienso en Cuba descendió más de un 60%. Si a ello sumamos el descenso de importaciones de piensos ante la escasez de divisas para pagarlas, el resultado es que no hay alimento para el ganado y su población ha disminuido de forma importante”.
En 2017 Cuba destinó a la importación de pienso 237 millones de dólares. Asimismo, compró 812.000 toneladas de maíz sin moler y 106.000 toneladas de soya en grano. Para 2021, las importaciones se desmoronaron, llegando a comprarse solo 178 millones de dólares en piensos e importando apenas 509.000 toneladas de maíz y 24.000 de soya.
Estas cifras no fueron compensadas por la producción nacional, que también decreció en esos años. En 2017, la elaboración de pienso mezclado cubano ascendía a 1.438.000 toneladas. Cuatro años después, sin embargo, apenas se produjo el 56% de esa cantidad, 808.000 toneladas.
Esto ha obligado a las empresas ganaderas a matar animales por falta de comida o ha buscar otras alternativas poco exitosas, como el uso de moringa o viandas.
Esto ha obligado a las empresas ganaderas a matar animales por falta de comida o ha buscar otras alternativas poco exitosas, como el uso de moringa o viandas
Las autoridades habían cifrado sus esperanzas de reducir importaciones y aumentar la producción interna en la construcción de una fábrica de piensos “única en el país”, en Santiago de Cuba. Sin embargo, la construcción, iniciada en 2017, se encuentra detenida desde hace años en la práctica por falta de materiales y metales que deben ser importados. En 2022, la edificación del complejo apenas se encontraba al 10%.
De acuerdo al proyecto, una vez terminada, la industria podría entregar entre 500 y 600 toneladas de pienso por jornada de 12 horas, y sus productos varían entre diez tipos de pienso a granel o en sacos. Al año, la central santiaguera podría reportar hasta 168.000 toneladas, pero hasta el momento todo son previsiones.
La realidad de la Isla es que cada vez la masa ganadera está más mermada y las empresas y productores independientes no encuentran con qué alimentar a sus animales.
El pasado julio este diario anunció el sacrificio masivo de gran parte de los 3.000 cerdos que se criaban en la Empresa de Genética Porcina de Placetas (Genspor), un municipio de la propia provincia, por falta de alimento.
“Nos queda pienso para unos pocos días y ya desde La Habana nos orientaron que elijamos los mejores animales y al resto los sacrifiquemos”, contó entonces a 14ymedio uno de los reclusos que trabaja en la Unidad Empresarial de Base Genspor, accionista mayoritaria de la Sociedad Mercantil Ganaderías S.A.
“El problema no es solo que sin comida fallan todas las etapas de cría ahora, sino que luego, cuando tengamos alimento otra vez, nos va a ser muy difícil levantar la producción porque se habrá interrumpido la crianza”, lamentaba el trabajador.
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