MIAMI, Estados Unidos. – “Fue el día 10 de noviembre de 2023”, empieza la joven holguinera Eliannis Obregón Rojas ―25 años, dos hijos menores de edad―, que ese día estuvo a punto de unirse a la lista de al menos 89 mujeres asesinadas en Cuba en 2023.
Eliannis, igual que otras ocho cubanas, según las estadísticas de plataformas independientes como el grupo YoSíTeCreo en Cuba y el Observatorio de Género de la revista Alas Tensas, sobrevivió el año pasado a los ataques mortales de un hombre (casi siempre pareja o expareja).
Cuando se le pide que regrese a ese momento del 10 de noviembre de 2023 en que su madre y sus dos hijos ―testigos del ataque― estuvieron a punto de perderla, Eliannis no titubea: “Es duro pero eso vivirá conmigo para siempre”. Luego cuenta: “Subí de casa de mi mama para la mía y, cuando llegué, él me estaba esperando”. Él es Iván Quevedo Pérez, su expareja y padre de su hijo menor, con quien había terminado su relación cinco meses atrás. “Me cogió por el cuello y me pasó para el cuarto. Sacó el arma y me disparó, pero no salió ninguna bala”, prosigue.
“Llegó mi mamá y lo sujetó por unos segundos para que yo saliera corriendo a pedir auxilio. Salí, pero él me cayó atrás disparando… No me daba, hasta que me cogió por el pelo y me tiró al piso, me puso el arma en el medio de la cabeza y jaló el gatillo, pero yo me moví y me dio el tiro por un costado”.
Eliannis nunca perdió la conciencia. A duras penas, su mamá, que se había batido con su exyerno, la ayudó a incorporarse. “De ahí me llevaron para el hospital y él se dio a la fuga; a las 9:00 p.m. lo pudieron atrapar”, resume la joven.
A la escena, además, se suman los gritos de los dos hijos de Eliannis: una niña de seis años que le imploraba a su padrastro no matar a su madre, y un niño de dos, hijo de ambos.
Pese a los gritos, que avisaban de la tragedia, nadie intervino. Si algún vecino llamó a la Policía, la Policía no llegó. “La calle estaba llena de hombres y nadie me ayudó”, dice Elianis. Viéndola “lavada en sangre”, su madre la tomó, la sacó a la calle, detuvo un almendrón y la llevó al hospital.
“Mi herida fue reportada de grave ya que fue en la cabeza. Nadie se salva de eso”, cree Eliannis, que sí se salvó del ataque ―aún se recupera―, pero no escapó, obviamente, de las secuelas emocionales.
A diferencia de una gran parte de los casos de feminicidios, en los que las víctimas se han quejado de la violencia sostenida en su contra e incluso han presentado denuncias ante la Policía Nacional Revolucionaria (PNR), Eliannis, asegura, no había visto venir la tragedia que afectó a su familia el 10 de noviembre de 2023 y que pudo haber terminado aún peor. “Nunca pensé que él fuera capaz de eso”, apunta.
Tras dispararle a Eliannis en la cabeza, Iván se disparó en un pie. Ni Eliannis ni su madre saben por qué: ni si fue un accidente o un acto deliberado.
El mismo día de los hechos, un perfil de Facebook asociado a la Seguridad del Estado del régimen cubano, aseguró que, aun herido, el agresor “intentó huir de la barbaridad que acababa de hacer, pero en menos de ocho horas la Policía, acompañada por el pueblo” lo capturó.
“Hasta donde conocimos, el arma que portaba, que ya está ocupada por la Policía, pertenece a un poseedor legal. ¿Cómo fue a parar a sus manos?”, se pregunta el perfil de Cazador-Cazado.
Eliannis tampoco tiene idea del origen del arma. Hasta hoy, la Policía no ha dicho.
Iván, por su parte, se encuentra en espera de juicio, sin petición fiscal aún. “Aquí en Cuba no hay leyes; ese sale con menos de 15 años y seguro que apela y le bajan los años y por buena conducta sale a los cuatro”, piensa Eliannis.
Violencia machista en Cuba: la que se reporta
En 2023 se reportó un alarmante aumento de feminicidios en la Isla, con 89 casos verificados, la cifra más alta desde que grupos como YoSíTeCreo en Cuba y el OGAT comenzaron a recopilar datos en 2019. Las estadísticas revelan el perfil de las víctimas: mujeres de 37 años, residentes en zonas rurales, con al menos un hijo y asesinadas por sus exparejas.
En diciembre pasado, el propio Gobierno cubano reconoció que en 2023 habían tenido lugar 117 hechos por “muerte violenta de mujeres”. Sin embargo, el régimen se negó a reconocer que se trataba de feminicidios, desligándose de cualquier responsabilidad en estos hechos violentos.
Varios meses antes, en julio, el propio gobernante cubano Miguel Díaz-Canel aseguró que había “un manifiesto empeño imperial de crear un clima de inseguridad y de desconfianza ciudadana”, por lo que “constantemente se exagera[ba] cualquier hecho delictivo, fundamentalmente los casos con violencia y, en particular, los de violencia de género”.
Presuntamente, la visibilidad de los casos de violencia machista en medios independientes y en redes sociales llevó al Gobierno a proponer un Registro Administrativo Interoperable, “que permita contar con información en tiempo real de la muerte violenta de mujeres y niñas por razones de género”.
No obstante, las organizaciones feministas consideran que esta medida es insuficiente y que el Gobierno debe tomar acciones concretas para prevenir y sancionar la violencia machista.
Asimismo, demandan que se tipifique el delito específico de los feminicidios, la creación de refugios y sistemas de rescate para mujeres y sus hijes en peligro, la legalización del activismo y la aprobación de una ley integral contra la violencia de género.
En diciembre de 2023, por segunda vez en la última década miembros de la sociedad civil cubana entregaron a la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP) una solicitud de ley integral contra la violencia de género
La iniciativa, apoyada por el OGAT, YoSíTeCreo en Cuba, la Red Femenina de Cuba, el Museo Virtual de la Memoria contra la Violencia basada en Género (VBG) y el Programa de Transparencia Electoral DemoAmlat, surgió ante el alarmante aumento de los reportes de la violencia machista y feminicida en Cuba en 2023.
“El contexto actual amerita declarar el Estado de Emergencia, un mecanismo que consiste en establecer medidas para prevenir y erradicar conductas que promuevan la violencia de género, junto a protocolos de protección para sobrevivientes, los cuales pueden regularse en una ley integral contra la violencia de género”, explica la petición.
Una primera solicitud de este tipo, firmada por 40 mujeres cubanas, se entregó al Parlamento el 21 de noviembre de 2019. En aquel momento, la Oficina de Atención a la Población de la ANPP comunicó a las solicitantes de la ley que, aunque la violencia de género era un tema de relevancia en el país, no estaba estipulada la discusión de ninguna norma contra ese flagelo al menos hasta 2028.
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