El Gobierno de Kenia anunció que no renovará el acuerdo de intercambio médico firmado con la dictadura cubana en 2017, según informó el ministro de Sanidad Nakumicha Wafula.
En septiembre pasado el Comité Departamental de Salud del Parlamento de Kenia pidió no renovar los contratos de los médicos cubanos en el país.
El polémico convenio implicaba que 50 kenianos viajaran a Cuba para recibir formación especializada, mientras 100 médicos cubanos eran enviados a hospitales de Kenia para mejorar los servicios, acotó la agencia de noticias AP.
Sin embargo, el programa enfrentó fuertes críticas de legisladores y del sindicato de médicos keniano, que lo consideraron un despilfarro de recursos cuando miles de doctores locales están desempleados.
Uno de los principales reclamos fue por los elevados salarios de los galenos cubanos, que superaban el doble del ingreso promedio de sus pares keniatas.
De acuerdo a la Comisión de Salarios de Kenia, cada médico cubano ganaba unos 5 300 dólares mensuales, versus los 1 600 a 2300 dólares que percibían los locales, aunque en la práctica la mayor parte de ese salario pasa a manos del régimen cubano y no del personal sanitario.
El sindicato de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas de Kenia argumentó que esos fondos pudieron haberse usado para contratar más personal keniano o comprar equipos para hospitales con falta de insumos básicos. En vez de eso, se destinaron a cubrir los altos honorarios y viáticos de los extranjeros.
Médicos y enfermeros keniatas han realizado huelgas frecuentes para reclamar mejoras salariales y de condiciones laborales. Con la cancelación del convenio, el Gobierno aseguró que se ocupará de que los trabajadores sanitarios locales estén “bien atendidos”.
Por otro lado, en el mes de abril de 2023 se cumplieron cuatro años del secuestro de los médicos cubanos Assel Correa y Landy Rodríguez en una zona de Kenia fronteriza con Somalia.
El 12 de abril de 2019 Assel Correa, médico general, y Landy Rodríguez, cirujano, se dirigían, como de costumbre, en un convoy al hospital de Mandera, una localidad keniana fronteriza con Somalia. Cumplían una misión médica y viajaban con escoltas armados cuando fueron interceptados por supuestos militantes de Al-Shabaab, una organización que Estados Unidos reconoce como terrorista desde 2008 y que busca convertir a Somalia en un estado fundamentalista islámico.