Nelson Caballero Díaz, un joven de 24 años y padre de dos hijos pequeños, fue detenido 18 de octubre en la provincia de Camagüey, tras protestar contra los apagones en Cuba.
Nelson Caballero Díaz, un joven de 24 años y padre de dos hijos pequeños, permanece detenido desde el 18 de octubre en la provincia de Camagüey, tras protestar contra los apagones en Cuba, dijeron sus familiares a Martí Noticias.
Su “delito,” según explicaron, fue reclamar públicamente el restablecimiento de la electricidad en su comunidad, Jimaguayú, tras un prolongado apagón. La protesta pacífica, que incluyó cacerolazos y consignas junto a otros vecinos, le ha costado su libertad y le ha causado, presuntamente, lesiones debido a golpes propinados durante su arresto.
Daimara Aliaga Rodríguez, su esposa, explicó que el joven salió a la calle junto a varios vecinos para exigir el restablecimiento de la electricidad. “Lo que me cuentan es que estaba diciendo que pusieran la corriente, que miraran cómo estaba el país sin luz. Dicen que estaban gritando y tocando calderos con cucharas”.
Vecinos informaron a Aliaga que durante el arresto de Nelson, las autoridades lo golpearon brutalmente. “Me llama una vecina y me dice, ‘¿te enteraste que a tu marido le cayeron a golpes allá afuera?’”, comentó Daimara. Debido al abuso físico durante la detención Nelson fue trasladarlo al hospital provincial de Camagüey.
En la madrugada del día siguiente, Daimara recibió una llamada de una oficial, instructora del caso, que se identificó como Ali, quien le informó que su esposo estaba internado en el área de cirugía.
“Me llamó a las dos y pico de la mañana, que si yo sabía que mi esposo estaba en el hospital. Yo le dije que no, que me estaba enterando con ella,” relató Daimara. Cuando visitó a Nelson al día siguiente, lo habían sometido a varios exámenes médicos debido a los golpes recibidos.
A pesar de su estado, Nelson solo permaneció un día en el hospital antes de ser trasladado a una unidad de la Seguridad del Estado en la capital provincial de Camagüey. Tras siete días de detención, Daimara solo pudo verlo en una visita de diez minutos.
“No me dejaban pasarle comida. Le fui a dar un beso y me dijeron que ya se había acabado el tiempo”, recordó.
Martí Noticias intentó contactar con Ali, la instructora policial del caso de Nelson Caballero, pero al identificarnos como periodistas la oficial cortó la llamada.
En la unidad policial de Jimaguayú negaron tener información sobre la detención de Caballero. “Desconozco la información que usted pide”, respondió un agente de la unidad al ser consultado sobre el paradero del joven.
Después de una semana en la unidad de la Seguridad del Estado, Nelson, quien no ha sido llevado a juicio, fue trasladado a la prisión Cerámica Roja, ubicada en Camagüey según informó a la familia un preso a través de una llamada telefónica.
Las autoridades lo acusan de “instigación a delinquir”, un cargo que su esposa considera injusto y motivado únicamente por el hecho de haber protestado. La familia de Nelson, que incluye a dos niños -uno de 2 años y otro de 2 meses-, teme por la posible sanción que pueda enfrentar el joven camagüeyano.
