El Mincin informa sobre la canasta familiar normada mientras aumentan las tensiones por la falta de arroz en Cuba.
El Ministerio de Comercio Interior (Mincin) compartió en las últimas horas a través de su cuenta oficial de Facebook información sobre la distribución de la canasta familiar normada en Cuba.
En el anuncio, la entidad reiteró una vez más que garantizar estos productos sigue siendo una prioridad para el Gobierno. Aunque reconoció que enfrenta afectaciones financieras y logísticas, agravadas por el recrudecimiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos.
Uno de los puntos más críticos es la entrega del arroz correspondiente a diciembre de 2024, que aún no ha sido completada en algunas provincias. Según la información del Mincin, las provincias occidentales y centrales recibirán su asignación con la llegada de nuevos buques, mientras que en las cinco provincias orientales ya se encuentra en la fase final de distribución. En la Isla de la Juventud, la entrega fue completada. Estos envíos permitirán también iniciar la distribución del arroz de enero.
Distribución de azúcar, chícharos y leche en polvo
Como parte de la canasta básica normada de enero, se están distribuyendo dos libras de azúcar por persona, aunque su entrega varía según las provincias. Según el Mincin, ya concluyeron las entregas en Mayabeque, Matanzas, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y la Isla de la Juventud.
En cuanto a los chícharos, la asignación de 10 onzas ya fue completada en Pinar del Río, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y la Isla de la Juventud, mientras que en el resto del país sigue en proceso de distribución.
Respecto a la leche en polvo, en enero se entregaron 20 días de producto para niños de 0 a 2 años, excepto en Pinar del Río, Artemisa y Granma, donde solo se recibieron 10 días. El Mincin informó que el resto de la asignación se entregará en conjunto con la próxima distribución. También comenzó la entrega de 10 días de leche en polvo correspondiente a febrero para niños de 0 a 6 años, y se aseguró la distribución de las dietas médicas para niños con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas.
Escasez de productos esenciales
El Mincin confirmó que se mantienen las entregas del pan normado, con el compromiso de estabilizar su distribución en el transcurso del mes, a medida que lleguen materias primas al país. Sin embargo, no se prevé la entrega de productos cárnicos, aceite ni café, lo que genera aún más preocupación en la población.
En las redes sociales, la publicación del Mincin ha generado numerosas reacciones entre los ciudadanos, muchos de los cuales expresaron su frustración y escepticismo sobre el cumplimiento de estas promesas.
Reacciones de la población
En la sección de comentarios de Facebook, los usuarios han reflejado su preocupación por la crisis alimentaria que se agrava con el paso de los meses.
Uno de los comentarios más destacados cuestiona cómo se espera que la población sobreviva con los altos precios del mercado informal. Un usuario comentó:
«¿Cómo piensan que sobreviva todo un pueblo que no tiene acceso a los altos precios de productos necesarios para la alimentación? Arroz a más de 200 pesos la libra, frijoles a 300 y más, aceite a 800 y más el pomo, café ni hablar, detergente a 900, carne de cerdo inalcanzable, pollo por las nubes… Estamos pasando hambre y no tenemos para cuándo parar.»
Otro usuario criticó las reiteradas promesas del gobierno de estabilizar la distribución de la canasta básica:
«La ministra dijo en abril de 2024 que a partir de mayo se iba a arreglar la entrega de la canasta normada. Estamos en febrero de 2025 y seguimos igual. ¿Qué pretende?»
El arroz
La falta de arroz, un alimento esencial en la dieta cubana, es una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. En muchos municipios la asignación correspondiente a diciembre no ha llegado, y con la demora del arroz de enero y febrero, el desabastecimiento es cada vez más evidente. Un internauta señaló:
«En mi provincia no ha llegado ningún producto de la canasta básica de enero y mucho menos de febrero. Mi esposa está embarazada de seis meses y no ha recibido dieta de leche ni ningún otro producto. Todo lo tenemos que comprar en la bolsa negra.»
Por su parte, otros comentarios destacan las multas impuestas a los vendedores de productos agrícolas en Artemisa, donde las autoridades han sancionado con hasta 20,000 pesos a comerciantes que venden el arroz a 240 pesos la libra. Un usuario alertó que estas medidas solo encarecen aún más los productos en el mercado informal:
«Los inspectores están multando a los vendedores, pero no están resolviendo el problema. Ahora los vendedores se esconden y venden más caro para recuperar el dinero de la multa. La población es la que paga las consecuencias porque no hay otra opción para comprar el arroz.»
Otro comentario resume la desesperanza de muchos cubanos ante la crisis alimentaria:
«Ya eso de canasta básica normada no existe. Se supone que una canasta incluya productos esenciales como arroz, granos, grasas, café, azúcar, leche, pan, carne y artículos de aseo. Pero nada de eso está asegurado. No sé de qué hablan cuando dicen que la canasta familiar está garantizada.»
Incertidumbre sobre la llegada de los productos
Varios usuarios han cuestionado la promesa del Mincin sobre la llegada de buques con arroz. Algunos señalan que estos anuncios han sido recurrentes en los últimos meses sin que la distribución se haga efectiva.
«Dicen que hay arribos próximos, pero ¿para cuándo? Estamos en febrero y todavía están distribuyendo el arroz de diciembre. Así vamos a terminar esperando hasta junio por el arroz de febrero.»
Otros señalan la incongruencia entre la escasez en la canasta básica y la presencia de los mismos productos en el mercado informal a precios elevados.
«No hay nada en la bodega, pero en el mercado negro sí aparece de todo. ¿Cómo es posible?»
Mientras tanto, el Mincin no ha ofrecido detalles sobre cuándo se regularizará la entrega de los productos pendientes ni ha dado respuesta a las crecientes críticas de la población. La incertidumbre y el descontento siguen marcando el día a día de los cubanos, que dependen de una canasta básica cada vez más reducida.