La provincia de Guantánamo registró 17 casos de tuberculosis en 2023, ocho más que en igual período de 2022. La tasa de incidencia es de 5,1 por cada 100 mil habitantes.
La mayoría de los nuevos pacientes son hombres de entre 25 y 59 años, residentes en Guantánamo, según detalló al periódico oficialista Venceremos Marjoris Mengana González, responsable del programa provincial contra la tuberculosis.
Los enfermos presentan factores de riesgo como tabaquismo, alcoholismo, contacto previo con enfermos, reclusión y padecimientos como diabetes o daños pulmonares crónicos.
También se consideran vulnerables las personas con VIH, inmunodeprimidos, enfermedad renal crónica, trabajadores de la salud, hacinados e inmigrantes de países con alta incidencia de tuberculosis.
La especialista instó a acudir al médico ante síntomas respiratorios por más de 21 días, sobre todo con factores de riesgo, para un diagnóstico y tratamiento temprano. Cada área de salud dispone de análisis y medicamentos necesarios, según dijo Mengana González.
En febrero de 2023 un brote de tuberculosis afectó a los reos de la prisión Combinado del Este, en La Habana. Pero no fue esa la primera vez que hayan ocurrido brotes de enfermedades contagiosas en las prisiones cubanas, conocidas por el hacinamiento, la falta de higiene y las precarias condiciones de salud que tienen.
Durante la pandemia de COVID-19 quedó aún más en evidencia la crítica situación de estos centros. En febrero de 2021 hubo un brote de coronavirus en la Prisión Provincial Combinado Sur de Guantánamo, con numerosos contagiados y sospechosos entre reclusos y personal militar. Ante la gravedad de la situación, los reos fueron aislados en una escuela militar en las afueras.
También en 2017 se reportó un brote de fiebres, vómitos y diarreas en el Combinado del Este, recordó el medio CubaNet.
