MADRID, España.- La iglesia de Paula se distingue al final de la Alameda de igual nombre, primer paseo marítimo de que dispuso La Habana, llamado así precisamente porque en uno de sus extremos se levantaban el hospital y la iglesia consagrados a San Francisco de Paula (1416-1507), eremita fundador de la Orden de los Mínimos en Calabria y santo del catolicismo italiano, canonizado en 1519 por el Papa León X.
Emplazada frente a la bahía, en las calles Leonor Pérez y Desamparados o Avenida del Puerto, iglesia característica del barroco cubano de la primera mitad del siglo XVIII, se considera uno de los valores del patrimonio cultural y arquitectónico insular.
En el libro La visita eclesiástica el obispo e historiador Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, quien estuvo en Cuba entre 1754 y 1757, describe: “D. Nicolás Estévez Borges, Cura Beneficiado de las Parrochiales de esta Ciudad, y electo Dean de la Cathedral de Cuba, dexó ⌠se ha respetado su ortografía⌡sus bienes para una Iglesia dedicada a San Francisco de Paula y un Hospital para curación de mugeres, y Ministros para su cuidado y servicio. Consta así del testamento que otorgó en el año de 1665. La iglesia era pequeña y con el tiempo se arruinó; por el de 46 de este siglo se subrrogó otra en su lugar: No es muy grande pero ermosa y bien adornada (…)”.
Después del huracán de 1730 el santuario primitivo quedó destruido y hubo que reconstruirlo, recuperación que terminó en 1745. El hospital fue el segundo con que contó La Habana por iniciativa de Nicolás Estévez Borges (1617-1665) y era para mujeres. En la primera década del siglo XX fue demolido, pero la iglesia se conservó en parte.
La Alameda de Paula se construiría con posterioridad al templo, alrededor de 1777, por el arquitecto Antonio Fernández Trevejo y a instancias del capitán general Felipe de Fons de Viela, Marqués de la Torre. En el siglo siguiente se continuaría embelleciendo por etapas, por mandato de otros gobernantes.
En 1951 la Iglesia de San Francisco de Paula fue cedida al Instituto Musical de Investigaciones Folclóricas. Restaurada abrió sus puertas nuevamente en 1956 con fines relacionados con la música y sus instituciones. Remozada una vez más en el año 2000, renació como sala de conciertos de música clásica y espacio expositivo. Es la sede en el presente del reconocido Conjunto de Música Antigua Ars Longa y del Festival internacional de música antigua Esteban Salas.
El inmueble conserva su órgano original —restaurado—, que fabricara la casa francesa Daublaine-Ducroquet entre 1845 y 1855, único de su tipo en Cuba que permanece en su emplazamiento primigenio. Es depositario, además, de las cenizas del gran violinista cubano Claudio José Brindis de Salas (1852-1911).