La Habana, Cuba.- En octubre de 1993 se estrenó el filme “La casa de los espíritus”, inspirado en el libro homónimo de la escritora chilena Isabel Allende. Aunque se trata de una de las novelas latinoamericanas más exitosas de los últimos cuarenta años, su adaptación al cine no tuvo el impacto esperado, pese al espléndido elenco seleccionado y a su cuidada producción.
Dirigida por Billie August, la historia de los Trueba, una familia adinerada y llena de conflictos, se desarrolla sobre el telón de fondo del Chile convulso de las décadas de 1960 y 1970. Jeremy Irons interpreta a Esteban Trueba, un patriarca conservador, violento y ambicioso, mientras Meryl Streep asume el rol de Clara, su esposa, una encantadora mujer con poderes psíquicos a quien solo el amor y la lealtad más puros la mantendrán junto a su despiadado marido.
Otras estrellas que participan en el filme son Glenn Close (Férula), Wynona Ryder (Blanca Trueba) y Antonio Banderas (Pedro Tercero), cuyos personajes no logran transmitir la intensidad, brutalidad o calidez que Allende les imprime en su libro, debido a que los productores, buscando acortar el producto final, suprimieron una generación dentro de la historia, que al cabo no se desenvuelve de modo natural. Así, los terribles sucesos que en el libro se desencadenan sobre Alba Trueba, nieta de Esteban, en la película recaen en Blanca, su hija.
Otras licencias que se atribuyó el equipo de producción y que no pasaron desapercibidas para quienes habían leído la novela, fue la omisión del personaje de Rosa, la del pelo verde, hermana de Clara y primer amor de Esteban. También fue notable la desconexión entre el protagónico de Clara y su condición casi sobrenatural, cualidad que la convierte en el personaje más fascinante de la versión literaria.
Al descartar toda una generación, algunos eventos no quedan bien explicados. Se aprecian incluso fallos lamentables desde el punto de vista historiográfico, como una nevada en Navidad, en Chile, y seguidamente el golpe de estado de Pinochet, que en realidad se produjo el 11 de septiembre, llegando la primavera.
A pesar de tales imprecisiones y de que la recaudación quedó bastante por debajo del presupuesto invertido, la adaptación cinematográfica de “La casa de los espíritus” obtuvo varios premios, entre ellos el del Festival de Cine de Baviera y en el Golden Screen de Alemania.
