Saturday, January 18, 2025
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Ferrer: “Mi deber es luchar, hasta el último aliento, por la libertad y la democracia de mi país”

LA HABANA, Cuba. – El líder opositor cubano José Daniel Ferrer García fue excarcelado este jueves bajo libertad condicional en la provincia de Santiago de Cuba. CubaNet obtuvo declaraciones exclusivas mediante una llamada telefónica en la que el activista relató, entre otras cuestiones, las condiciones de su excarcelación, así como expuso su opinión sobre el hecho de que esta se debiera a un canje con la administración de Joe Biden. 

Camila Acosta: Buenas noches, al fin logramos la comunicación. José Daniel, primero quisiera preguntarte cómo estás. 

José Daniel Ferrer: Al llegar aquí, al poner los pies en Altamira, y ver después de tanto tiempo, no solamente a mi esposa y a mi amigo que me fueron a buscar a Mar Verde, sino a otros activistas, amigos, hermanos de lucha, vecinos… la adrenalina se disparó de tal manera que, al ratico, yo decía: ¿tendré 18 años o de verdad tengo 54? Estaba con la energía al máximo posible, todavía sigue al máximo posible. 

Estoy muy contento, muy alegre de estar con mi familia, de ver a varios hermanos de causa, de lucha, vecinos, de comunicarme con muchos amigos ―me faltan muchos más por establecer comunicación. Sobre todo, hay una mezcla de emociones: contento por un lado, pero muy triste ante el desastre que veo, en que sigue sumida nuestra nación, que se ha incrementado durante los últimos tres años y medio que llevo en prisión. Hay un nivel de pobreza y sectores de la población que están sufriendo más hambre, más necesidad que nunca y, sobre todo, el hecho de que no van a salir todos los presos políticos que son mucho más de 553. Todavía no sé ni quiénes son los que han salido ni quiénes serán los que van a salir, cuáles se quedarán y, por los que se queden, hay que seguir luchando en todo momento, a cada instante, porque no hay situación más terrible, más horrible, que la sobrevivencia en una prisión del régimen cubano.  

Es, verdaderamente, una situación muy difícil, no porque la haya vivido yo por tercera vez sino porque los hechos, la realidad, hablan por sí solos. Esta lucha no puede apagarse, hay que luchar todo el tiempo.  

CA: José Daniel, sabrás el motivo de que te dieran esta excarcelación, porque sabemos que no es libertad (definitiva), estás bajo libertad condicional…

JDFG: No acepto condiciones de ningún tipo y con gusto vuelvo a prisión si es necesario antes que someterme a ningún tipo de imposición, a ningún tipo de regla arbitraria, a nada que coarte, que afecte mis derechos como ser humano, mi derecho a expresarme libremente, a reunirme, a manifestarme de manera pacífica, a luchar por el bienestar de mi pueblo, a luchar por el bienestar de mi nación. 

CA: Sí, como te decía, sabrás que (la excarcelación) fue a raíz de una negociación, es decir, que la administración de Joe Biden sacó a Cuba de la lista de países patrocinadores de terrorismo. ¿Qué opinas de eso, de este intercambio, de este canje?

JDFG: Desde el punto de vista humano, me alegro, más por mis hermanos que puedan ser excarcelados que por mí mismo porque hace dos años publiqué un audio ―que mi esposa recibió en una de las últimas llamadas telefónicas que pudo hacer en aquellos tiempos― y terminaba diciendo que yo prefería morir en esos centros de terror y maldad que son las prisiones de régimen, antes que deber mi excarcelación a cualquier trato indigno, a cualquier trato que favorezca a la tiranía. Si bien sé que, tanto la Administración Biden, quizás un poco ingenuamente, haya hecho este tipo de negociación con la mejor de las intenciones, y que El Vaticano y el papa también lo hayan hecho con las mejores intenciones, en realidad, me apena por ellos, no por mí. 

El hecho de que el régimen de Cuba publique dos declaraciones donde trate de separar un evento del otro y donde presenten la decisión de Biden como una especie de tardía justicia debido a la resistencia del régimen ―según su lenguaje― y debido a la solidaridad que, según ellos, le manifestaron gobiernos, organizaciones, instituciones en Estados Unidos, en América Latina y en otras partes del mundo, eso es penoso, y la Administración de Biden debería responder antes de que termine su mandato, en apenas unos días, en términos claros y precisos, a este lenguaje triunfalista, de víctima, cuando, en realidad, el régimen castrocomunista es el victimario en esta historia, es el victimario de siempre, el victimario que continúa, no solamente haciendo mucho daño al pueblo cubano, sino a otros pueblos, por su complicidad con regímenes como el Venezuela, el de Nicaragua, el que salió de Siria recientemente, el iraní, el de Putin; por su apoyo abierto a la agresión de Putin contra Ucrania, y otras muchas cosas que podríamos mencionar. 

Permitirle al régimen hablar en esos términos y después presentar la excarcelación bajo condiciones, con amenazas como me hicieron hoy a mí, de 553 presos (que serán excarcelados), como un hecho de buena voluntad y de la magnanimidad y la humanidad de la dictadura hacia El Vaticano, eso, verdaderamente, ni El Vaticano ni Biden deberían permitirlo, deberían decir oficialmente que lo que pasó fue que hubo una negociación a cambio de esas liberaciones, que quitaron a Cuba de la lista de países patrocinadores del terrorismo y eliminaron otras dos medidas que le preocupaban mucho (al régimen cubano), medidas que bien que merece por su actitud criminal contra el pueblo y por su actitud de cómplices de otros regímenes que también le causan mucho dolor y sufrimiento a su pueblo.

CA: José Daniel, ¿cuándo fue que supiste que te iban a sacar de la prisión? ¿Cómo fue ese proceso? ¿Te intentaron chantajear y poner alguna condición?

JDFG: Sí, por supuesto, esta mañana, sobre las 6:00, cuando iba a hacer unos ejercicios matutinos, una fuente ―que no puedo revelar públicamente― me dijo que estaba llena la prisión de oficiales de la provincia, agentes de la Seguridad del Estado, y que se estaba comentando que estaban preparando mi liberación. 

Sobre las 10:30 me fueron a buscar y me dijeron que un equipo legal quería hablar conmigo. Yo les dije que no tenía nada que hablar con ningún equipo “legal”; me insistieron, salí y había varios oficiales que tienen que ver con asuntos legales dentro del Ministerio del Interior: un juez, presidente de una sala de aquí del Tribunal Provincial de apellido Chávez, otro juez que le acompañaba y entre ocho y diez oficiales más con uniforme del Ministerio del Interior, todos sentados. Me tenían una silla puesta, una cámara para filmar, y yo, desde que entré, dije “Buenos días”, dijeron “Buenos días”. Me pidieron que me sentara, les digo “¿Qué cosa es esto, otra farsa judicial?”. Me respondieron “No, esto es una notificación legal, siéntese, por favor”. 

Me empiezan a dar un discurso de la “benevolencia y generosidad del Estado cubano” y que (luego de) conversaciones con el Papa me iban a poner en libertad condicional. Yo los interrumpo y les digo que no pierdan su tiempo porque yo no acepto la libertad condicional, que a mí solo me liberan completamente y sin ninguna condición o me dejan en prisión y me fabrican otro delito porque en julio se extingue esta sanción por los delitos esos que fabricaron en 2019 y principios de 2020. 

Me respondieron que ellos estaban cumpliendo con una orientación. Les volví a decir que estaban perdiendo el tiempo con eso de advertirme de que solo salgo bajo libertad condicional y que eso tiene una serie de requisitos. Insistieron en que querían leerme cuáles eran esos requisitos, yo los volví a interrumpir pero llegaron a decirme que debía presentarme ante el Tribunal mensualmente y buscarme un trabajo, según ellos, socialmente útil. (…)

Dijeron que era un deber ciudadano cumplir con la disposición de un tribunal competente, yo le dije que no, que el único deber que yo tengo es con mi patria y con mi pueblo y consiste en que debo luchar hasta el último aliento por la libertad y la democracia de mi país, por el respeto a los derechos humanos, por tener una Cuba aliada y amiga de Occidente, y no aliada y amiga de dictaduras tan terribles y criminales como la que tenemos en nuestro país. 

Me dijeron que no iban a discutir conmigo de términos ideológicos, y yo les dije “No les voy a escuchar a ustedes ninguna historia ‘legal’”. Entonces me dicen “¿No aceptas la libertad condicional?”. Les respondo que no, luego me dicen que, la acepte o no, iba a ser puesto en libertad bajo advertencia y que ellos la iban a firmar con los testigos que allí tenían, los oficiales del MININT. 

La advertencia fue que si no cumplo con lo que establecen los requisitos de la libertad condicional y si violo el orden constitucional establecido por el pueblo cubano, si violo la legalidad socialista, seré nuevamente procesado y podré volver a prisión. Entonces le digo “Ahorrémosno todo este asunto, todos esos trámites, déjenme en prisión, fabriquen otros delitos que yo voy a seguir en prisión hasta que caiga la tiranía”.

Después le dijeron a los oficiales de la prisión que me sacaran de ahí y me pidieron que me fuera, que mi mujer y mi hijo me estaban esperando. Me fui con la ropa que tenía puesta, me dijeron que mis pertenencias me las devolverían este viernes. Antes, previendo eso, regalé mis alimentos y medicinas a otros presos. 

Yo desde hacía tiempo no comía la comida de la prisión, solo lo que me llevaba mi familia porque en los primeros meses, estoy seguro, me drogaron, no sé con qué tipo de producto o alucinógeno, porque pasé situaciones terribles, dolores intensos de cabeza, un zumbido en los oídos y no tenía el total dominio de mí en esos primeros tiempos en prisión. (…)

CA: José Daniel, cuando tu hijo (Daniel, de apenas cinco años de edad) te vio, ¿cómo fue ese encuentro?

JDFG: Tremendo, ese niño me adora y yo, por supuesto, lo adoro a él. Gracias a mi esposa, Nelva, él, a pesar de haberme visto muy poco en los últimos tiempos ―primero fueron como seis meses sin visitas y sin comunicación y desde marzo de 2022 hasta diciembre de 2024, fue un año y nueve meses sin verme―, gracias a que ella le mostraba videos, fotos y le hablaba de mí, le explicaba cuánto su padre lo quería… era como si él me estuviese viendo todos los días. 

Hoy está muy molesto, ha hecho varias protestas públicas y le ha dicho a la mamá que yo no lo amo porque solo he estado hablando por teléfono (respondiendo entrevistas a varios medios de prensa), pero a cada rato lo abrazo, lo beso, lo cargo, pero él no se ha conformado, quiere más.

CA: Una última pregunta, para dejarte estar con tu familia. Sabemos que la información que han dado es que van a liberar a 553 presos, pero la cifra representa menos de la mitad del monto total de presos políticos, que son de más de 1.100. 

¿Qué mensaje tienes para esos presos políticos que todavía están en la cárcel o que pudieran quedar tras las rejas? Y también un mensaje general para el pueblo de Cuba que sigue oprimido.

JDFG: Para esos hermanos de lucha, para esos presos políticos conocidos y otros que ni siquiera sé quiénes son: al igual que muchos otros cubanos dentro y fuera de Cuba, y otros muchos amigos en el mundo, José Daniel va a estar haciendo todo lo humanamente posible, y un poco más, por su liberación incondicional lo más pronto posible, por evitar que terminen muriendo ya sea con tuberculosis o cualquier otra de las enfermedades que están afectando a la población penal en varias partes del país, o de golpizas o por torturas excesivas que emplean a menudo los carceleros contra los presos políticos y también contra los presos los comunes en muchas ocasiones; es decir, la defensa de ellos es una cuestión prioritaria, es una cuestión a tener muy presente todo el tiempo. 

Y para mi pueblo, para mis hermanos cubanos dentro y fuera de Cuba: pues que debemos aunar nuestros esfuerzos, debemos unirnos al máximo posible, respetando la identidad, respetando criterios y respetando opiniones pero, más allá de las cuestiones que nos puedan separar, hay una cuestión fundamental que es el futuro, el destino de nuestra nación, la solución a los graves problemas que nos ha creado esta larga, criminal y oprobiosa tiranía. 

Y, para eso, hay que aunar esfuerzos, hay que trabajar mano a mano codo a codo para articular un movimiento de masa y, con el apoyo de los cubanos del exilio, el apoyo firme y comprometido de los cubanos de la diáspora, poder ser verdaderamente efectivos y podamos al fin hacer que nuestro pueblo decida qué quiere, qué necesitamos, qué Cuba queremos construir, en qué Cuba queremos vivir. 

Ese es mi mensaje, que echen a un lado el miedo, las diferencias, las indecisiones, que trabajemos fuerte, con firmeza, con coraje, con amor, con valor, para poner fin a tanto sufrimiento, a tanto dolor, a tanta pobreza, a tantas miserias, a tanta maldad. 

CA: Muchas gracias, José Daniel, solo decirte que estoy muy feliz, porque estés al fin con tu familia, en tu casa, y me alegra, además, sentirte tan fuerte y con esperanzas pese a haber sufrido tanto, pasado por tantas torturas físicas y psicológicas en estos más de tres años. 

JDFG: Gracias. Un abrazo.

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