MADRID, España. – El Faro Punta de Maisí, situado en punta de la Hembra, provincia de Guantánamo, se iluminó por primera vez en noviembre de 1862 como faro Concha, en honor al entonces Capitán General de la Isla, José Gutiérrez de la Concha.
En una publicación del periódico local Venceremos, de enero de 2017, con el título de “El Faro Concha no existe”, se asegura que en 1959 varió el calificativo por el de Faro Punta de Maisí, y se anota: “(…) el nombre oficial es Faro Punta de Maisí, según el Diccionario Geográfico de la provincia, elaborado por expertos de la Agencia Guantánamo de GeoCuba, la delegación de Recursos Hidráulicos, la Oficina Nacional de Estadísticas e Información, y la oficina local de Hidrografía y Geodesia, entre otras entidades”.
Sin embargo, como suele ocurrir con los lugares que cambian de denominación, a la obra que alumbra y guía a las embarcaciones por el Paso de los Vientos se le sigue llamando Faro Concha o Faro Punta de Maisí.
Considerado uno de los faros imprescindibles de Cuba, su construcción fue ordenada por real cédula emitida por la reina de España Isabel II. En lo alto de su torre de 37 metros se instaló una mecha, sustituida con los años por una lámpara de aceite; luego suplida por una luz de vapor de petróleo y presión, y después por energía eléctrica.
A su historia se puede añadir que cuando José Martí navegaba hacia la Isla para incorporarse a la Guerra de 1895, escribió en su Diario de Campaña de Cabo Haitiano a Dos Ríos: “Pasamos rozando a Maisí y vemos la farola”; también que en la película ¡Viva Cuba!, de Juan Carlos Cremata, estrenada en 2005, el padre de Malú, uno de los niños protagonistas, trabaja en el Faro de Punta de Maisí.
En octubre de 2016, el devastador huracán Matthew, que provocó severos daños en la zona oriental de Cuba, el Faro Punta de Maisí sufrió daños en algunas de sus instalaciones, pero permaneció “en pie”.
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