MIAMI, Estados Unidos. – Los recientes terremotos que sacudieron la provincia de Granma dejaron un rastro de daños materiales y han generado preocupación entre los habitantes de la región oriental de Cuba. En ese contexto, el ingeniero en Geología y sismólogo Eberto Hernández Suró, con más de 30 años de experiencia, conversó con el diario oficial La Demajagua, de la provincia de Granma.
Uno de los puntos más llamativos de sus declaraciones tiene que ver con la frecuencia con que los sismos de intensidad significativa han afectado la Isla.
“En Cuba se estima que un terremoto significativo suele ocurrir cada 80 a 90 años”, aseguró. “A nosotros nos han dado dos años más de gracia, dado que han transcurrido 92 años desde el último evento importante en Cabo Cruz, por tanto se incrementa la preocupación de que la energía acumulada en el subsuelo esté llegando a un punto crítico”.
Por otro lado, subrayó que “los recientes temblores en la región se deben a factores geológicos naturales que han estado ocurriendo durante milenios y no tienen relación con actividades humanas”. Además, indicó que estos movimientos telúricos se originan a profundidades considerables, alrededor de 10 kilómetros, y son el resultado de procesos tectónicos internos de la Tierra.
El sismólogo señaló que la zona de Chivirico y Pilón es conocida por su alta actividad sísmica debido a la inestabilidad causada por la ruptura de rocas. “La comunidad científica concuerda en que los movimientos de las placas tectónicas son la principal causa de estos temblores”, afirmó.
Sobre las múltiples réplicas que siguieron al sismo principal, Hernández Suró detalló: “Tras el evento inicial, hemos registrado 884 réplicas, la mayoría de magnitudes apenas perceptibles”.
Asimismo, añadió que es común que después de un sismo significativo ocurran réplicas debido al reacomodamiento de las estructuras internas de la Tierra. Sin embargo, precisó que “en las últimas horas” se ha observado “una tendencia a la disminución en el número de réplicas, lo que indica que la región podría estar regresando a la normalidad”.
Al comparar los recientes sismos con otros ocurridos en el territorio, el experto lo clasificó como de “moderada magnitud”. También recordó eventos pasados como el terremoto de 7,1 grados del 28 de enero de 2021 cerca de las Islas Caimán y el sismo de 5,8 grados conocido como el “sismo de Providencia”, que afectó principalmente al municipio de Bartolomé Masó. “La zona de la falla de Bartlett-Caimán puede generar terremotos incluso de mayor magnitud”, advirtió.
Respecto al aparente incremento de la actividad sísmica en los últimos años, Hernández Suró aclaró: “El aumento en los registros no necesariamente indica más sismos, sino que ahora contamos con tecnología más avanzada que nos permite detectar eventos de menor magnitud”.
El especialista también precisó que Cuba dispone actualmente de 24 estaciones sismológicas de banda ancha con “tecnología de primer nivel”, lo que facilita un monitoreo más preciso.
Ante la inquietud sobre la generación de tsunamis, el sismólogo explicó: “Para que un terremoto genere un tsunami, deben cumplirse ciertas condiciones que no se dan en nuestra costa sur”. Entre estas condiciones, mencionó la necesidad de que el sismo tenga una magnitud superior a 7 grados, que el epicentro esté en el mar y que el movimiento sea vertical, factores que no se presentaron en los recientes eventos.
Hernández Suró explicó que la intensidad con que se siente un sismo depende de varios factores, como la distancia al epicentro, la profundidad del evento y la calidad del suelo. “Los suelos arcillosos y arenosos de ciudades como Bayamo y Manzanillo pueden amplificar las ondas sísmicas, aumentando la percepción del temblor”, señaló. Además, enfatizó que “los sismos superficiales pueden ser más catastróficos porque requieren menos energía para generar un impacto intenso”.
Sobre la posibilidad de futuros eventos sísmicos, el experto indicó: “Es probable que ocurra un sismo fuerte en el área debido a la acumulación de energía en la falla tectónica (…). Lo más importante es estar preparados, ya que estos eventos han sucedido siempre y continuarán ocurriendo”.