SAN LUIS POTOSÍ, México.- El Observatorio de Libertad Académica (OLA) denunció la participación de Lis Cuesta Peraza, esposa del gobernante Miguel Díaz-Canel, en eventos científicos de alto nivel y la obtención de su doctorado, hechos que denotan un tráfico de influencias y un culto a la personalidad en la academia cubana.
La esposa del gobernante cubano, recientemente expositora en el I Simposio de Deporte, Medio Ambiente y Sociedad, celebrado del 18 al 21 de septiembre en Varadero, acaparó líneas en la prensa oficialista por su participación en un evento que pretendía promover la inclusión en la actividad física y los deportes, así como el desarrollo humano en un ambiente saludable.
No obstante, como resaltó OLA, la atención recayó en la ponencia de Cuesta Peraza “La inclusión social, un principio de la exportación de los servicios académicos desde Cuba”, exaltada por la prensa castrista como una conferencia que “acercó a los asistentes a la defensa de la inclusión en el ámbito de los servicios académicos vinculados al movimiento deportivo”.
— Observatorio de Libertad Académica (@OLAcademica) October 8, 2024
“Con un discurso similar al acostumbrado por el Gobierno cubano, la ponencia no es más que la adecuación de la tesis doctoral de Cuesta Peraza, en la cual se abundaba sobre el turismo académico gestionado por la Agencia de Turismo Cultural Paradiso”, reveló el Observatorio de Libertad Académica.
Este tipo de beneficios de participación y obtención de grados, en detrimento de la inclusión de académicos que sí cuentan con el conocimiento y dominan el tema para asistir a eventos de esa índole y recibir títulos académicos, demuestran el favoritismo al interior de la academia cubana.
Recordó el OLA que la defensa doctoral de Lis Cuesta “está apenas soportada” por menos de una decena de artículos publicados, en su mayoría firmados de conjunto con investigadores. Tampoco consta que domine el idioma inglés requerido para acceder a una titulación doctoral por la academia nacional, de conformidad con las normas internacionales.
Resulta sospechoso, además, que “presentando estas irregularidades, y apenas unos meses después que su esposo, Cuesta defendió su tesis doctoral ante la mirada atónita de académicos y profesionales cubanos”.
En declaraciones a OLA, el académico y periodista José Raúl Gallego refirió que el otorgamiento del doctorado mostraba el irrespeto hacia los grados científicos en el país, cuando personajes del ámbito político, sin méritos científicos comprobables, lo han recibido.
Se trata, en definitva, de procesos de legitimación de “sus mandos”, “a falta de una trayectoria histórica que respalde su inclusión en los círculos de poder”. De esta manera, han transitado de un puesto a otro y escalado en una escala jerárquica, como Díaz-Canel, quien fue ministro de Educación Superior sin otra experiencia académica que su tesis de maestría, “también resultante de un proceso alejado de reglas de transparencia y rigor investigativo”.
Su esposa, mientras él fungía en el cargo previo, arribó a la Universidad de La Habana en el curso 2009-2010 y siendo ya gobernante, Cuesta obtuvo sus títulos de posgrado.
Lis Cuesta defendió en 2022 su tesis doctoral en la que presentó un modelo pedagógico para exportación de servicios académicos en la agencia Paradiso, una entidad que promueve el turismo cultural en la isla y allí ella se desempeñaba como jefa de Servicios Académicos.
Cuesta estudió en el Instituto de Ciencias Pedagógicas de Holguín, donde hizo una licenciatura y una maestría.
Antes de conocer a Díaz-Canel trabajaba en el departamento de comunicación del Sectorial Provincial de Cultura, y luego pasó a dirigir el Centro Provincial del Libro y la Literatura.
Este año, la ya doctora y esposa del mandatario cubano fue galardonada con el premio Mujer de Ciencia, durante la clausura del tercer Congreso Internacional Ciencia y Educación, celebrado en La Habana.
El premio fue entregado por el Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios. Durante la ceremonia, Lis Cuesta expresó: “todavía hay una lucha por ganar contra el machismo, pero dentro de la Revolución lo denunciamos y avanzamos”.
Agregó que se están abriendo “muchos frentes de batalla, no solo en la lucha a favor de la mujer, sino para erradicar todo tipo de manifestación discriminatoria en nuestra sociedad”. Sus declaraciones se producen en un contexto de creciente violencia y alarmante número de feminicidios en
Cuba.
