AREQUIPA, Perú – De 172 plazas disponibles para auditores en Ciego de Ávila, solo 100 laboraron en el año 2023, lo que representa un 58% de ese total, informó el diario oficial Invasor.
La cifra trascendió este lunes en el balance anual del sistema de auditoría avileño, presidida por Gladys Bejerano Portela, contralora general de la República de Cuba.
La funcionaria señaló entre las causas de esta tendencia negativa, heredada desde el 2020, la baja graduación de técnicos medios en Contabilidad, la escasa motivación de los estudiantes para insertarse en la actividad de auditoría y las deficientes condiciones de trabajo.
Asimismo, mencionó la insuficiente percepción de algunas administraciones acerca de la importancia del auditor interno y la poca remuneración salarial en el caso de las entidades presupuestadas.
Los auditores son escasos particularmente en el Gobierno provincial, la agricultura, la industria alimentaria y el turismo, varios de los sectores más importantes del país y en los que más actos de corrupción se registran.
Como parte del balance anual se explicó que al cierre de 2023 el sistema de auditoría en Ciego de Ávila ejecutó 121 acciones de control, de ellas, 30 recibieron calificación de deficiente y tres fueron dictaminadas como malas.
También se ejecutaron 13 comprobaciones y 11 visitas de supervisión y control. Se determinaron daños económicos por un importe de más de 97.000.000 de pesos y perjuicios económicos ascendentes a más de 1.700.000 pesos.
Especial atención brindaron las autoridades reunidas hacia deficiencias recurrentes en la provincia como incumplimientos en la actividad contractual, planes de prevención de riesgos no efectivos e incumplimientos de las normas de consumo de combustible.
Según el reporte, en la mayoría de las entidades avileñas no están implementados los sistemas de costos, lo que influye negativamente en los precios de productos y servicios del comercio y la gastronomía, fundamentalmente.
En ese sentido, la nota resalta “una tendencia justificativa de los directivos, quienes, en cuanto a la afectación económica, alegan que las sumas o parte de ellas fueron repuestas”.
Ramón Reyna, director de la Unidad Central de Auditoría Interna del Gobierno provincial, reconoció que “se trata del peor momento” de la actividad en Ciego de Ávila. Mientras, Bejerano Portela alertó sobre los escasos ejercicios de control registrados durante el pasado año.
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