LEÓN, México.- La reciente revelación de una nueva tanda de documentos sobre el caso del magnate estadounidense Jeffrey Epstein ha traído a la superficie, una vez más, el debate sobre el abuso de menores.
Jeffrey Epstein, el multimillonario que fue condenado por cargos de delitos sexuales relacionados con el abuso de niñas menores de edad ha sido nuevamente el centro de atención de la prensa internacional.
Entre las numerosas acusaciones formuladas en su contra a lo largo de los años figuran presuntos abusos en sus domicilios de Manhattan, Palm Beach, Florida y su isla privada en las Islas Vírgenes de EE.UU., cerca de Santo Tomás, Little St. James.
No pocas personas han recordado en estos días que el magnate, cercano a personalidades ricas y poderosas, fue invitado a la Isla en 2003 por el dictador Fidel Castro.
Como expresó la activista cubana Grecia Ordóñez en un video de redes sociales, Epstein voló a la Isla en su jet privado “Lolita”, un nombre que viene de una novela de Nabokov que narra la historia de un pedófilo y su enfermiza relación con una niña.
“Lolita aterrizó en Cuba y Epstein permaneció en la Isla dos días, durante los cuales sostuvo conversaciones privadas con Castro. ¿Quién sabe qué pasó ahí”, cuestionó Ordóñez.
En su clip de denuncia, alude a cuestiones medulares sobre el abuso sexual en Cuba y el consentimiento de pedofilia que durante años ha primado en el país.
Maradona, otro caso de abuso a menores
La cubana trae a colación uno de los temas controversiales que suscitó grandes debates en Cuba. Fidel Castro, el mismo que invitó a Epstein, también fue protector de Maradona, a quien apoyó en su “relación” con una menor de edad.
El caso fue revelado el pasado año por la víctima, Mavys Álvarez, quien interpuso una demanda con Diego Armando Maradona por abuso y trata de personas.
Según contó, el mandamás castrista autorizó la salida de la joven de 16 años –en Cuba la mayoría de edad se alcanza a los 18 años– a Argentina para una operación de agrandamiento de senos, un pedido explícito de Maradona, quien quería, además, que Álvarez estuviera durante su partido de despedida.
El propio Fidel Castro firmó el permiso para que la entonces niña de 16 años dejara la Isla con el futbolista argentino.
“Tras la petición de Diego ni siquiera hizo falta que mi padre firmara. Fidel Castro permitió que viajara y le puso como condición que regresara a los 20 días”, explicó Álvarez.
Se trata tan solo de uno de los favores que el dictador concedió al deportista, a quien protegió y hasta le regaló una casa en La Habana.
Cuba, paraíso de pedófilos
“No olvidemos que Cuba ha sido un paraíso de pedófilos, donde menores han trabajado como prostitutas para hombres que les triplican la edad. Las niñas en Cuba han sido empujadas a ellos para poder poner comida en la mesa de su familia”, recordó la activista.
La edad mínima de consentimiento sexual, aquella a partir de la cual se considera a un persona capaz de consentir la actividad sexual, baja cada vez más en Cuba.
Aunque el Comité de los Derechos del Niño consideró los 13 años como “muy joven”, en la Isla esas edad se sitúa incluso más abajo, a los 12 años.
Con el nuevo Código Penal, Ley 151/2022, ha habido un retroceso alarmante en la determinación de la edad mínima. Previamente, se entendía que el consentimiento sexual podía otorgarse a partir de los 14 años, pero en la actualidad bajó a los 12 años.
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