El Comité Olímpico Cubano entregó la medalla de bronce a la triplista cubana Yargelis Savigne, tras descubrir que las dos atletas que la superaron en las Olimpiadas de 2008, en Pekín, se habían dopado para mejorar su rendimiento. El reconocimiento le fue otorgado este martes, en el Coliseo de la Ciudad Deportiva de La Habana, durante la gala en honor a los mejores deportistas cubanos de 2023.
Las autoridades deportivas descalificaron por dopaje a la rusa Tatiana Lebédeva y la griega Hrysopiyi Devetzi. “Nueve años después, Lebédeva y Devetzi fueron suspendidas por dopaje y pasé a ser bronce olímpico”, anunció Savigne a la revista Play-Off Magazine. “Hubiese preferido disfrutar el logro en plena competencia, no enterarme casi diez años más tarde en 2017” lamentó. “Al final, lo asimilé y estoy muy contenta por ello, pero sentí dolor cuando terminé quinta en Beijing. No era justo”.
Roberto León Richards, titular del Comité Olímpico Cubano, destacó la sobresaliente carrera de Savigne, natural de Uveral, en el municipio Niceto Pérez (Guantánamo), además de leer el mensaje de felicitación que envió Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional. Savigne recibió su presea de manos de una de las glorias del deporte cubano, María Caridad Colón.
La revista Swing Completo consideró “un acto de justicia” para la doble campeona en triple salto, en Osaka (Japón) 2007, con 15,28 metros, y Berlín 2009, con 14,95 metros y también bajo techo en Valencia 2008, con 15,05 metros. “Después de 15 años una medalla olímpica fue a parar a las manos de su justa merecedora”, publicó.
Savigne concluyó en quinto lugar en la prueba de triple salto en las Olimpiadas de 2008, en Pekín, tras conseguir una marca de 15,05 metros. La medalla de oro fue para la camerunesa Francoise Mbango Etone con marca de 15,39 metros. La plata fue para Lebédeva (15,32 metros) y el bronce a Devetzi (15,23 metros). El cuarto sitio fue para la kazaja Olga Rypakova (15,11 metros).
De aquel momento, Savigne reconoce que estuvo muy nerviosa, puesto que eran sus primeros Juegos Olímpicos. “Cuando miré para el lado, tenía de rivales a la camerunesa Etone, quien sin zapatos saltaba 14,80 m, a Devetzi, la griega, que ese año era muy constante, a Lebédeva, una leyenda, y atletas consagradas como la kazaja, Olga Rypakova, y la ucraniana, Olga Saladuha. Estuvo todo el mundo”, contó en julio pasado a la revista Play-Off Magazine.
La prueba del antidopaje puso en evidencia a Devetzi y Lebédeva. A la primera le retiraron la medalla de bronce luego de que , en 2016, se comprobara que había utilizado estanozolol, un fármaco que estimula la síntesis proteica e incrementa el índice de masa corporal. La segunda dio positivo al uso de turinabol, un esteroide anabólico que ha sido utilizado por atletas y culturistas durante décadas para mejorar su rendimiento deportivo
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