LA HABANA, Cuba. – El preso político Luis Robles Elizástigui fue conducido encadenado a una consulta médica, según él mismo denunció vía telefónica desde la prisión de máximo rigor Combinado del Este, ubicada en la capital de la Isla.
El preso político dio a conocer que este 25 de septiembre militares de ese centro penitenciario lo hicieron caminar por la calle encadenado de pies y manos mientras lo conducían al Hospital Docente Clínico Quirúrgico “Miguel Enríquez”, también conocido como La Benéfica, ubicado en el municipio Diez de Octubre.
Robles Elizástigui, quien se encuentra prisionero en el segundo piso, ala norte del edificio 2 de la mayor instalación carcelaria del país, narró cómo fue obligado a caminar por la calle de esa manera, “como si fuera un criminal”, frente a la mirada de los transeúntes.
El prisionero político afirmó que tal proceder le hizo sentir una “tremenda vergüenza” y agregó que nunca esperó pasar por una “humillación” semejante.
Luis Robles Elizástigui, de 30 años de edad, fue arrestado el 4 de diciembre de 2020 en el bulevar de San Rafael mientras mostraba una pancarta donde pedía libertad y el cese de la represión, así como la excarcelación de Denis Solís, rapero contestatario que a la sazón se encontraba detenido.
Después de pasar más de 12 meses encarcelado sin juicio, el informático guantanamero, quien también es padre de un niño pequeño, fue juzgado el 16 de diciembre de 2021 en el Tribunal Municipal Popular de Marianao, con sede en Calle 100 y 33. Posteriormente recibió una condena de cinco años de privación de libertad por los presuntos delitos de propaganda enemiga y desobediencia.
Robles Elizástigui padece de una serie de dolencias agravadas por las duras condiciones de cautiverio, como problemas renales, reflujo gástrico, dermatitis alérgica, hipertensión arterial y hemorroides. En disímiles ocasiones durante su encierro el joven ha sido objeto de vejaciones y torturas físicas y psicológicas, así como de otros tratos crueles, inhumanos y degradantes por parte de los militares de la mencionada cárcel habanera.
Poco después de su arresto, a comienzos de enero de 2021, fue declarado prisionero de conciencia por Prisoners Defenders, organización no gubernamental sin ánimo de lucro radicada en Madrid, España, y dedicada a la defensa de la democracia y la protección de los derechos humanos universales a través de la acción jurídica.
