La rebelión de la Fábrica de Arte Cubano (FAC) contra las medidas de ahorro energético que pretendían imponerle, como a tantos otros lugares de la Isla, los ministerios de Energía y Minas y de Cultura, ha surtido efecto. El sábado, tal y como comprobó este diario, el centro cultural se encontraba funcionando al cien por cien o casi.
Según explicó a 14ymedio una empleada del establecimiento que pidió conservar el anonimato, sí concedieron cerrar los domingos, y disminuir dos horas su horario de funcionamiento, abriendo una hora más tarde y cerrando una hora más temprano (ahora estarán de 8:00 pm a 3 am). “Aunque eso es relativo porque dependiendo de la clientela a lo mejor se extiende”, puntualizó la misma fuente.
Además, asegura que mantienen apagados algunos aparatos de aire acondicionado así como parte de las luces de la parte de exposiciones.
Los pasillos donde se exponen las obras de arte se encontraban perfectamente iluminados, así como las distintas barras que componen el establecimiento
No era algo que advirtiera el público, que abarrotaba el lugar el sábado y se movía al compás de la música. Los pasillos donde se exponen las obras de arte se encontraban perfectamente iluminados, así como las distintas barras que componen el establecimiento. De igual modo, se podía disfrutar de las imágenes proyectadas en una pared. Tampoco la banda de jazz en directo careció de luz en ningún momento.
La parte de restaurante también se encontraba dando un servicio normal, pese a que durante la semana, contó otro trabajador a este diario, tuvieron que trasladar todos los alimentos de la nevera porque no tenían corriente. “Entre el lunes y el miércoles se los llevaron a otros lugares y ya el jueves los devolvieron, y hoy está funcionando todo normal”, refirió.
La semana anterior, dijo el mismo joven, sí “trabajamos con lámparas”, llevadas tanto por empleados como por clientes, tal y como el establecimiento había pedido en redes. “¡Trae tu luz y acompáñanos en esta aventura para mantener a la FAC latiendo!”, habían escrito los responsables del centro cultural en un comunicado el pasado 14 de octubre.
Firmado por su fundador y el resto del equipo –el músico X Alfonso y la llamada FacInBand–, el texto explicaba que reabrieron el pasado 5 de octubre, tras un mes de cierre habitual, con una asignación que reduce en un 80% su consumo regular. La consecuencia sería, por ello, tener que abrir dos días al mes, en vez de los 16 que lo hacía (de jueves a domingo).
“Estamos conscientes de la situación energética que atraviesa Cuba, y en consecuencia nos hemos acogido a los planes de ahorro establecidos para el sector estatal, limitando al máximo el consumo en oficinas y otros espacios de FAC, para contribuir al uso racional de los recursos energéticos del país”, explicaban.
La FAC rechazaba, así, la asignación del Sistema Eléctrico Nacional, y defendía que seguiría abriendo “con ayuda del público, los artistas y los seguidores de todas partes que quieran contribuir”
En el comunicado, la institución reivindicaba su posición como centro cultural de primer orden en la Isla, con más de 300 conciertos, 70 exposiciones, 60 presentaciones de danza, 40 de teatro, 40 desfiles de moda y una larga lista de acciones. “Con un precio asequible de 250 CUP, en un entorno donde el acceso al arte cubano cada vez es más costoso y las propuestas de alto valor escasean”.
La FAC rechazaba, así, la asignación del Sistema Eléctrico Nacional, y defendía que seguiría abriendo “con ayuda del público, los artistas y los seguidores de todas partes que quieran contribuir”. No ha sido necesario que repitan la experiencia de que los clientes aportaran “su luz”.
El éxito de la FAC en mantenerse activo contrasta con otros puntos de atracción para el público nacional y foráneo, que han sido obligados a apagarse de noche por la escasez energética, que no remite. Varios empleados indican que tanto X Alfonso como su hermana, la también cantante Eme Alfonso, “se movieron y entonces el Gobierno les permitió funcionar como estaban haciendo”.
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