Holguín/Los globos medio flácidos en la caja de pago y la exigencia de desembolsar dólares son las únicas cosas que cambiaron en la tienda Agua y Jabón de la calle Frexes, entre Maceo y Mártires, en la ciudad de Holguín, tras su reapertura esta semana. Con la dolarización, que promete expandirse a cada una de las provincias cubanas, no llegaron al local nuevos productos ni la esperada remodelación del inmueble.
Muchos ni siquiera notaron la metamorfosis de la tienda, que solo cambió el cartel en el que se enumeraban antes las tarjetas en moneda libremente convertible (MLC) y ahora pide Visa, MasterCard, Clásica, Tarjeta de Viajero o la AIS (American International Service), todas en moneda dura.
Dentro, los anaqueles exhiben los mismos jabones, champús, detergentes y cremas que antes, pero en mayor cantidad. “Están llenos hasta arriba”, dice a este diario Mercedes, una holguinera que hace tiempo no veía una tienda estatal tan surtida. Lamentablemente, refiere, “no venden alimentos, solo productos de aseo”.
Al escuchar el rumor de la apertura de la tienda, la mujer se acercó buscando un paquete de pollo o algún tubo de picadillo que pudiera sumarle al arroz, pero encontró una lista de productos muy diferentes de los que esperaba: toallitas húmedas a 2,80, gel de baño a 2,50, detergente en polvo a 3,25, enjuague bucal a 1,50 o almohadillas femeninas a 2,80. Nada de carnes congeladas o sazones.
Resignada, la holguinera esperó en la cola –controlada por los trabajadores que solo permiten el paso de cuatro o cinco clientes a la vez– hasta que pudo entrar. Recorridas las estanterías y elegidos unos jabones y un paquete de papel sanitario se dirigió a la caja. El total fue 5,80 dólares que quiso pagar en efectivo. El vuelto: 4 dólares y caramelos por el valor de 20 centavos.
“El vuelto, de ser posible te lo dan en dólares si el monto es en números redondos. Si se fracciona, por ejemplo, en 0,80, te dan algún producto como jabón o, si es más pequeño, caramelos”, describe Mercedes, más atónita que molesta por el procedimiento, que asegura más divisa para la tienda.
La excusa, cuenta la mujer tras escuchar la explicación de la cajera, es que “tratan de que la gente se vaya sin tener que darle menudo porque no tienen”.
También prefieren el pago en efectivo, algo que los clientes han debido asumir debido a los constantes apagones. “Si se va la luz, no funciona el lector de tarjetas y no se compra”. En esos casos, añade Mercedes, es mejor asegurar la compra teniendo “los verdes” en mano.
La tienda de Agua y Jabón pertenece a la cadena italiana Italsav que desde 2015 abrió más de 50 comercios en la Isla. Durante la pandemia de covid-19, cuando las medidas higiénicas se extremaron, muchas familias acudieron a los locales, en MLC, a comprar geles de mano, jabones y otros productos de aseo.
Durante ese tiempo, y hasta ahora, la cadena sufrió la misma escasez de mercancía que el resto de los comercios estatales. Ahora, como el resto de las tiendas abiertas en dólares, Agua y jabón promete un local surtido, pero Mercedes reconoce en las palabras de los funcionarios las mismas propuestas con las que instauraron las tiendas en MLC.
Entonces, el Gobierno prometió que estarían recaudando dólares durante un año, pero todavía existen y están siendo reemplazadas por el nuevo modelo de “dolarización parcial”. Sobre este cambio, opina Mercedes, “veremos cuánto duran”.