Las citas para entrevistas de visados serán reprogramadas, dijo la sede diplomática, que emitió una alerta de protesta por la marcha convocada por el gobierno cubano este 20 de diciembre.
La Embajada de Estados Unidos en La Habana informó en su sitio en internet sobre la cancelación de las entrevistas para trámites de visas programadas para este viernes, 20 de diciembre, y dijo que las citas serán pospuestas para próxima fecha.
“Esta decisión se debe a la marcha de protesta convocada por el presidente de Cuba que tendrá lugar frente a la Embajada, limitando el acceso a la misma”, señaló la sede diplomática en referencia a la “Marcha del pueblo combatiente” a la que llamó a sus seguidores la semana pasada el gobernante Miguel Díaz-Canel.
La embajada estadounidense dijo que los solicitantes afectados serán contactados directamente para reprogramar sus citas.
La misión diplomática adelantó que prevé reanudar completamente sus servicios consulares el próximo lunes, 23 de diciembre. Mientras, ofrecerá solo servicios de emergencia.
Durante la marcha gubernamental, las calles cercanas al Malecón y la Tribuna Antimperialista permanecerán cerradas al tráfico. La Embajada emitió una alerta de protesta y recomendó a los ciudadanos estadounidenses que residen o estén de visita en la capital cubana que eviten estas áreas. También los instó a mantenerse alerta ante presencia policial y desvíos de tráfico, y a seguir las actualizaciones locales.
A principios de noviembre, debido a las afectaciones del huracán Rafael y las interrupciones a la red eléctrica en el país, la Embajada pospuso las citas para visas de inmigrante para todo el mes. Tras el paso del meteoro, un portavoz del Departamento de Estado estadounidense dijo a Martí Noticias que el estado operativo de la Embajada seguía siendo limitado, debido a los esfuerzos de recuperación después del huracán.
La sede diplomática reanudó los servicios de revisión de documentos para los solicitantes de visa el 20 de noviembre, y las entrevistas, cinco días después.
La Embajada ha operado con capacidad reducida desde 2017, cuando disminuyó su personal en más de un 60%, como parte de la respuesta a los llamados Incidentes Anómalos de Salud, conocidos como Síndrome de La Habana.