La opacidad del Gobierno cubano sobre el reclutamiento de jóvenes de la Isla para luchar con el Ejército ruso en Ucrania ha despertado suspicacias en sus propias filas. La revista cercana al oficialismo La Joven Cuba dedicó este miércoles un editorial a la situación, exigiendo “transparencia informativa” con la ciudadanía.
El texto hace referencia al comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores en que, sin dar un solo detalle, se hablaba de una operación del Gobierno contra una “red de tráfico de personas” contra la que se han iniciado “procesos penales”. La Joven Cuba pide que se explique el modus operandi y “quiénes eran sus contratistas en Rusia, sus facilitadores en el territorio nacional, qué posiciones y/o cargos ocupaban en ambos casos, así como el destino final de los cubanos que se encuentran actualmente en zona de guerra”.
El texto considera que esclarecer esas dudas es relevante no solo para la seguridad nacional y la vida de algunos de sus ciudadanos, sino para “generar conciencia sobre los peligros que pudieran implicar acciones similares en el futuro”. La mención remite al viaje a Kiev de Orlando Gutierrez-Boronat –a quien se refieren como “opositor cubanoamericano de extrema derecha, partidario de una invasión militar a la Isla”–, que sostuvo haber ido a Ucrania por solidaridad, mientras el régimen lo acusa de ir a promover la exclusión de la Isla (junto con Rusia) de los foros internacionales, entre ellos Naciones Unidas.
“A pesar de las obvias alianzas geopolíticas del Gobierno cubano con Vladímir Putin, La Habana nunca ha roto las relaciones diplomáticas con su contrincante ucraniano”
“Esta acción está lejos de contribuir a una solución pacífica del conflicto y podría traer graves consecuencias políticas, pues, a pesar de las obvias alianzas geopolíticas del Gobierno cubano con Vladímir Putin, La Habana nunca ha roto las relaciones diplomáticas con su contrincante ucraniano”, sigue el editorial, que dando una de cal y otra de arena, concluye aclarando que exigen claridad tanto como mantener a Cuba al margen de la guerra.
En el texto hay un párrafo dedicado –como el título– a fijar la atención sobre el uso de la palabra “mercenarios” aplicado a quienes combaten del lado ruso, “un término hasta ahora reservado exclusivamente a las actividades de sectores opuestos al Gobierno cubano”, frente al “eufemismo de ’empresa militar privada’ [usado] por los medios estatales en la Isla”. No obstante, La Joven Cuba se limita a destacarlo, sin hacer conjeturas.
Desde el otro lado de la trinchera ideológica, la exigencia de transparencia es un terreno común por esta vez. La Comisión Cubana de Defensa Electoral (Cocude) hizo público un comunicado este miércoles en el que conmina al Gobierno a que interceda de inmediato ante las autoridades de Rusia y Bielorrusia para repatriar a quienes salieron engañados a combatir, “siguiendo la tradición ‘internacionalista’ que se inculca a los cubanos desde la escuela primaria y durante toda su vida”.
La organización pide que cese toda colaboración militar con Rusia y señala, además, que es absolutamente imposible que en un Estado controlado como el cubano “los servicios de seguridad del régimen recién descubran una trama que evidentemente lleva meses, como mínimo, organizándose tanto en el territorio cubano como en el ruso”.
En ello coincide el político ucraniano Oleksandr Merezhko, que el martes rechazó el comunicado de la Cancillería cubana, a la que acusó de mentir. “El régimen comunista cubano finge que no tiene nada que ver con este “tráfico de personas”. En realidad, este régimen totalitario está del lado del agresor”, clamó, pidiendo a la Unión Europea que deje de financiar a la Isla por su condición de “prorrusa”.
Pero las dudas son muchas en torno a este caso. El pasado martes, el periodista de América TeVé, Juan Manuel Cao, entrevistó a un presunto militar cubano que desmentía algunas de las denuncias realizadas por los reclutas Alex Vegas Díaz y Andorf Velázquez.
Identificado como Lázaro González, subteniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), dijo hablar desde Rusia, donde está al frente de una compañía de unos 90 cubanos, todos ellos con conocimientos militares, según su testimonio, por haber pasado el Servicio Militar y ser entrenados a diario en el país euroasiático, con clases de tiro incluídas.
González dijo que la tarea de su tropa es dar apoyo al ejército ruso a medida que ocupa zonas de Ucrania, que todos cobran en torno a 2.000 dólares y que se les realizan exámenes médicos al llegar al país. Los contratos, que los jóvenes reclutas dijeron haber visto solo en ruso, están también en español, afirmó el militar.
“Todos los aquí presentes tienen los pasaportes y la carta migratoria”, ratificó, añadiendo que no podía revelar quién lo había reclutado a él por ser información “confidencial”
“Todos los aquí presentes tienen los pasaportes y la carta migratoria”, ratificó, añadiendo que no podía revelar quién lo había reclutado a él por ser información “confidencial”.
En la prensa se habla de Elena y Dayana, una rusa y una cubana que presuntamente realizan la operación. Sin embargo, algunos medios mantienen la teoría de que se trate de una simulación mediante Inteligencia Artificial, especialmente después de filtrarse un audio en el que las respuestas eran no solo escuetas sino difícilmente comprensibles. “¿Puedo citar su respuesta sobre este tema? Nos gustaría saber su versión de la historia”, pregunta el periodista, a lo que la voz replica: “Hay realidad y eso es diferente”.
Mientras las dudas persisten, entre los familiares de los reclutas que han denunciado ser víctimas de la situación, la preocupación no cesa. Cary Díaz, madre de Alex Rolando Vegas Díaz, envió un video este miércoles al periodista Mario Vallejo, en el que pide ayuda a cualquiera que pueda interceder, incluida la Iglesia católica.
“Tiene 19 años. Se fue con un contrato supuestamente de trabajo y resulta ser que no es así. Han pasado cosas un poco desagradables que no es para lo que ellos fueron, que era trabajar y ganar un poco de dinero para su familia en Cuba. Todo ha cambiado y sus vidas corren peligro de muerte porque los están mandando para la primera línea de combate”, dijo con evidente angustia.
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