(EFE).- China emitió una serie de directrices para estudiantes que, según Pekín, son acosados a su llegada a EE UU, instándoles a que permanezcan “alerta” y eviten “ser engañados para participar en actividades de espionaje” contra el gigante asiático.
El Ministerio de Seguridad del Estado (MSS) publicó anoche una suerte de guía para afrontar los “interrogatorios injustificados” y el “acoso” al que el país asiático considera que han sido sometidos algunos ciudadanos chinos al entrar en Estados Unidos para estudiar.
Según el MSS, los estudiantes sufren “interrogatorios, acoso y detenciones injustificadas”, con “controles secundarios en habitaciones” e inspecciones de dispositivos electrónicos.
A algunos, asegura la cartera, se les revocaron los visados y se les prohibió entrar en EE UU durante cinco años
A algunos, asegura la cartera, se les revocaron los visados y se les prohibió entrar en EE UU durante cinco años.
El Ministerio apunta a que los estudiantes fueron interrogados porque estudian carreras “sensibles”, de ciencias o de ingeniería, o porque participan en programas de becas del Gobierno chino.
“Los estudiantes no deben entrar en pánico, tienen que mantener la calma, pedir servicios de interpretación si no dominan el idioma y, sobre todo, negarse a responder preguntas que involucren secretos de Estado o información interna de China”, indica el departamento en las directrices, recoge el diario Global Times.
El MSS también ofrece sugerencias sobre lo que se debe hacer si alguien es “coaccionado o engañado” para participar en “actividades perjudiciales para la seguridad del Estado”.
“No deben correr riesgos. Deben dar marcha atrás antes de que sea demasiado tarde e informar de la situación con sinceridad”, subraya.
Así, recuerda que, según la Ley de Contraespionaje de China, quienes sean coaccionados para llevar a cabo actividades de espionaje no serán considerados responsables de sus comportamientos si explican “rápida y sinceramente la situación” a las misiones diplomáticas o consulares de China en el extranjero.
También pide que estén presentes en las revisiones de equipaje “para evitar cualquier manipulación”, así como verificar la identidad de las autoridades.
“Si la otra parte se identifica públicamente como agente de espionaje o de inteligencia, uno debe aclarar firmemente su posición, negarse a aceptar cualquier artículo ofrecido, abstenerse de firmar ningún documento y evitar revelar cualquier información interna”, indica la cartera.
“No deben correr riesgos. Deben dar marcha atrás antes de que sea demasiado tarde e informar de la situación con sinceridad”
A finales de enero, el Gobierno chino protestó ante el supuesto trato vejatorio que reciben algunos ciudadanos de su país que ingresan en Estados Unidos para estudiar.
La protesta tuvo lugar en un momento en que ambos países tratan de impulsar los intercambios para mejorar las relaciones tras meses de tensiones.
No obstante, Washington recela de que algunos estudiantes, especialmente los investigadores, operen como recolectores de propiedad intelectual o de que tengan vínculos con el Gobierno chino dentro de lo que EE UU considera una estrategia china de fusión “civil-militar” para tener acceso a tecnología avanzada.
Cerca de 290.000 ciudadanos chinos estudian en Estados Unidos, según datos de la Embajada china en Washington, que también recoge que el país asiático cuenta con más de 1,3 millones de estudiantes en el extranjero, más que ningún otro Estado.
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