Más de la mitad de las áreas deportivas de Cuba no están consideradas como aptas para ofrecer servicios tras ser evaluado su estado como malo o regular por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder), según aseguró este miércoles la prensa oficial. El organismo admite su responsabilidad en el deterioro, pero señala a otro culpable, el Ministerio de Educación, que ha descuidado las instalaciones deportivas de las escuelas en la Isla.
Un fotorreportaje publicado en el oficialista Tribuna de La Habana da cuenta de la gravedad de la situación en el parque deportivo José Martí, ubicado en las inmediaciones del Malecón, en El Vedado. En cuanto a las escuelas de la capital, de las que el medio no incluye imágenes, el espacio dedicado a la educación física se limita a un patio con canchas oxidadas.
“A veces se reparan las aulas docentes y no las de educación física. Eso debe coger otro rumbo”
Ariel Darias, director provincial de Deporte, declaró al medio que las escuelas están bajo la jurisdicción del Ministerio de Educación, por lo que, opina, la institución debe responsabilizarse de su mantenimiento. “A veces se reparan las aulas docentes y no las de educación física. Eso debe coger otro rumbo (…). La idea es que se vayan reparando las escuelas junto a las instalaciones deportivas”, señaló el funcionario.
La destrucción, según la prensa oficial, es generalizada. En el parque Martí, las gradas son el espacio más ruinoso. Con parte de la estructura caída, varios andamios intentan apuntalar el derrumbe inminente de los “pétalos” que conforman el techo. Los asientos, aún con restos de pintura azul, ya perdieron su forma escalonada.
A pesar del desastre, “el Martí” como se le conoce popularmente, sigue siendo una de las áreas principales que usan los residentes más cercanos para ejercitarse. En su pista irregular y llena de hierba, es común ver a personas en solitario o grupos de amigos haciendo una carrera, calentando los músculos y realizando cuclillas. Los custodios no pueden impedir que la gente entre debido a que la valla exterior apenas existe en largos tramos.
Las canchas de fútbol y baloncesto son descritas por el medio como “inutilizadas y en franco deterioro, y la hierba en la pista de atletismo continúa creciendo”. En cuanto a la piscina, vacía y con restos de agua estancada, está más deteriorada aún que hace siete años, cuando 14ymedio publicó una fotogalería de las instalaciones. Entonces, las paredes ya advertían a los visitantes: “No pase. Derrumbe”.
Los edificios desvaídos contrastan con el horizonte de inmuebles relucientes. Al fondo del parque se alzan las dos torres del hotel Grand Aston, ubicado en 1ra y D, en El Vedado, que cuenta con un lujoso gimnasio para sus clientes y una refrescante piscina con vista al mar.
En un esfuerzo por atenuar sus declaraciones a la prensa oficial, las autoridades aseguraron que muchos complejos deportivos están siendo restaurados. El propio parque Martí está siendo reparado por una mipyme –cuyo nombre no se revela– y la Escuela de Iniciación Deportiva (Eide) ha logrado recuperar el gimnasio de esgrima y los terrenos de fútbol, hockey y béisbol. Según sus directivos, pronto contará además con el de judo.
El pasado julio, el periódico oficialista ¡Ahora! denunció las condiciones en las que se encuentra la piscina olímpica de Gibara, en Holguín, que ha llegado a convertirse en un “macro vertedero”. Las autoridades provinciales, como las de La Habana, aseguran que la responsabilidad por el estado de las instalaciones, en las que alguna vez entrenaron el equipo nacional de polo acuático y numerosos nadadores, la tiene alguien más: la empresa provincial de Turismo.
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