La Casa Blanca ha manifestado su preocupación por los continuos apagones en Cuba y, aunque el gobierno cubano aún no ha solicitado asistencia, la administración de Joe Biden no descarta la posibilidad de enviar ayuda si se realiza una petición oficial.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló en una rueda prensa que Estados Unidos está «monitoreando de cerca» la situación y analizando los posibles impactos humanitarios que podrían derivarse de los cortes de energía que afectan a la población cubana.
La Casa Blanca condiciona la ayuda humanitaria a Cuba a una petición oficial
Asimismo, afirmó que «los problemas económicos que enfrenta Cuba son resultado de una mala gestión a largo plazo por parte del gobierno cubano, y Estados Unidos no es responsable de los apagones ni de la situación energética general de la isla».
Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de que la administración Biden evalúe los «próximos pasos pertinentes» si Cuba solicita asistencia.
Cuba acusa a EE.UU. de ser el principal responsable de la crisis
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, ha señalado en varias ocasiones al gobierno de Estados Unidos como el principal responsable de la crisis energética que afecta al país.
En una serie de publicaciones en su cuenta de X (anteriormente conocida como Twitter), Rodríguez acusó a Washington de imponer un bloqueo económico que ha tenido un impacto devastador en el sistema eléctrico cubano.
Según las cifras que ofreció, los daños causados por el embargo en solo 18 días equivalen al costo anual de mantenimiento del Sistema Electroenergético Nacional, cifra que ronda los 250 millones de dólares.
De otra parte, el Canciller cubano agradeció los esfuerzos y el apoyo inmediato ofrecido por países como Venezuela, México, Colombia, Rusia y Barbados para enfrentar la crisis energética, y subrayó que Cuba está en conversaciones para concretar la recepción de estas ayudas.
A pesar de la difícil situación, aseguró que el sistema eléctrico cubano se está recuperando, gracias al «apoyo popular», y criticó las recientes declaraciones de funcionarios estadounidenses, calificándolas de «triunfalistas» y «desvergonzadas».
Además, desmintió las informaciones que circulaban en algunos medios de comunicación estadounidenses sobre una supuesta autorización del gobierno de EE. UU. para exportaciones humanitarias a Cuba por un valor de 100 mil millones de dólares.
