MIAMI, Estados Unidos. – La Administración de Donald Trump ha concedido a la agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) poderes más amplios para deportar con rapidez a migrantes que ingresaron legalmente a Estados Unidos bajo programas de la era Biden como el parole humanitario y la aplicación CBP One.
Así lo confirma un memorando interno obtenido por The New York Times, firmado el jueves por la noche por el jefe interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés).
Según el documento, las autoridades de ICE podrán expulsar a migrantes que formaban parte de dos iniciativas clave de la Administración de Joe Biden: la aplicación CBP One ―que permitía programar citas de ingreso al país― y el programa de parole humanitario, que autorizaba la entrada temporal de migrantes de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Haití.
Ambas medidas buscaban brindar vías legales para desalentar los cruces irregulares en la frontera. En total, alrededor de 1,4 millones de personas habían entrado a Estados Unidos mediante estos programas desde comienzos de 2023.
De acuerdo con el reporte, la intención de Trump es “usar cada faceta del aparato de control migratorio” para endurecer las políticas, no solo contra quienes cruzan la frontera sin autorización, sino también contra aquellos que ingresaron siguiendo procedimientos vigentes.
Stephen Miller, figura clave en las políticas migratorias de la Administración Trump, dejó clara su oposición a los programas de Biden: “Aquí tienes una idea: no traigas a millones de inmigrantes ilegales provenientes de Estados fallidos, desde miles de millas, hacia pequeños pueblos en el corazón de Estados Unidos”.
El anuncio ha generado preocupación inmediata entre defensores de los inmigrantes y exfuncionarios de Biden. Tom Jawetz, un alto abogado del Departamento de Seguridad Nacional durante el gobierno previo, calificó la medida como “una traición escandalosa y sin precedentes” y añadió que impacta a personas que siguieron los pasos legales establecidos.
Karen Tumlin, directora del Justice Action Center, advirtió que estas deportaciones podrían incluir también a migrantes de Afganistán y Ucrania, beneficiados bajo programas similares. “Las comunidades estadounidenses han abierto sus corazones y hogares a personas de Cuba, Haití, Nicaragua, Venezuela, Afganistán y Ucrania”, dijo Tumlin. “Castigar a quienes hicieron todo lo que el Gobierno pidió, y muchos de los cuales tenían patrocinadores establecidos en Estados Unidos, sometiéndolos a este proceso de deportación sumaria, es espantoso”.
El memorando describe que los agentes de ICE pueden “terminar” casos de deportación en trámite y transferirlos a un proceso aún más acelerado. Además, se reservan el derecho de retirar el estatus de parole (residencia temporal) a quienes lo recibieron bajo las iniciativas de la Administración Biden, incluyendo a cubanos y ciudadanos de otros países.
Al mismo tiempo, las organizaciones defensoras han presentado demandas contra la ampliación de estas facultades. Anand Balakrishnan, abogado de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU), declaró: “La administración Trump quiere usar esta política ilegal para impulsar su agenda de deportaciones masivas y desgarrar a las comunidades”.
