SAN LUIS POTOSÍ, México.- La empresa mixta cubano-eslovaca Proxcor S.A, ubicada en el municipio de Caibarién, en Villa Clara, y destinada a la elaboración de confituras, anunció este fin de semana que ampliará su gama de productos, pero los cubanos se preguntan dónde están esos dulces que no llegan a sus hijos.
Sayira Urquía Ávila, directora administrativa de la entidad, afirmó a la prensa local oficialista que incluirán las líneas de cereales y caramelos “Guani” a las ya existentes de galletas y sorbetos “TOCO” (en referencia al tocororo).
Según el sitio oficial del inversionista eslovaco Proxenta, la planta villaclareña prevé llegar a una producción de 17.000 toneladas de confitería al año. De igual modo, esperan ampliar sus “segmentos de mercado”.
Por su parte, Zuzana Školárová, directora de la empresa eslovaca, anunció que ya han firmado varios contratos con tiendas y hoteles y ya se realizó la primera exportación a Venezuela.
Los cubanos, sin embargo, no han visto aparecer esas confituras más que en escasas ocasiones y en el mercado negro.
“Qué suerte tienen esos niños eslovacos. Disfruten sus confituras”, escribió un internauta ante la noticia de la ampliación de esa producción, ironizando sobre la falta de los dulces en suelo cubano.
Otro se preguntó: “¿Y dénde están esas confituras?”. “Esa producción de confituras solo les llega a los niños del país ‘De Nunca Jamás’”, bromeó una cubana.
Negocio redondo
De acuerdo con la información compartida en Proxenta, Cuba “ofrece oportunidades de inversión excepcionales, especialmente para los inversionistas que buscan mayores rendimientos y que, por ejemplo, ya no pueden lograr en Europa”.
En este sentido, como beneficios aluden a una alta rentabilidad (“hasta de doble dígito”), un mercado de crecimiento con demanda creciente; capacidad de producción barata; inversión en un mercado con falta de capacidad productiva y demanda creciente.
Actualmente, el valor de mercado del negocio de confitería asciende a 93.000.000 euros.
El contrato de Proxcor tiene una vigencia de 25 años y no es el único establecido en Cuba. El grupo inversor Proxenta creó una segunda empresa conjunta eslovaco-cubana para el procesamiento de los granos de cacao y la elaboración de chocolate.
Según refirieron los inversionistas en su sitio web, en 2017 la planta de procesamiento de cacao de Baracoa sufrió una importante renovación que la llevó a un nivel “completamente nuevo”.
A partir de entonces, en la planta se implementaron “modernas líneas de producción europeas”, y acto seguido, el régimen cubano decidió abrir la puerta a inversionistas extranjeros para participar en el desarrollo de esta industria.
“Gracias a nuestra experiencia de muchos años en el procesamiento del cacao y la reconstrucción de plantas, fuimos seleccionados como socio preferente. Nuestra presencia en Cuba y capacidad para gestionar eficazmente la modernización de la fábrica nos dio una ventaja significativa en este proceso”, escribieron.
Coralsa detrás de la inversión
Los negocios de Proxenta se remontan a junio de 2019, cuando la firma eslovaca firmó un acuerdo con la sociedad Corporación Alimentaria SA (Coralsa), una sociedad mercantil cubana con participación accionaria en empresas de capital mixto, dedicadas a la producción y comercialización de alimentos. De acuerdo con Ecured, Coralsa está “patrocinada” por el Ministerio de la Industria Alimentaria.
La entidad del régimen se fundó en el año 1995, con la creación de la primera empresa mixta Los Portales S.A. para la producción de aguas y refrescos. La empresa tiene más de una decena de negocios con participación directa de inversión extranjera y una sociedad mercantil de capital cubano, que incluyen la industria cervecera, cárnica, de bebidas, láctea, confitera y molinera.
Hace cinco años, según la prensa oficialista, las compañías asociadas a Coralsa habían facturado un aproximado de 470 millones de CUC a precios mayoristas, “con un índice de utilidades que superó los 20 centavos por peso de venta en casi todas las asociaciones”.
Mientras amplían las inversiones, los cubanos se sumen aún más en la pobreza y ven inalcanzables productos como los elaborados por estas compañías mixtas.
