SAN LUIS POTOSÍ, México.- Ana Karelia Borrego Machado, una doctora cubana separada definitivamente de su puesto de trabajo por supuestas ausencias injustificadas, una medida que en el fondo tenía un matiz político, pidió asilo político en EE.UU.
Según relató en una publicación de Facebook, el 9 de agosto Borrego Machado llegó a la frontera de Texas acompañada de su segundo hijo, buscando refugio en Estados Unidos. Aunque ella fue trasladada a un centro de detención en Karnes County, donde obtuvo una respuesta positiva para su solicitud de asilo, su hijo fue devuelto a México para que aplicara a la cita de CBP ONE.
“A mi hijo por ser mayor de edad lo procesaron por separado de mí, fueron momentos desesperantes pues nunca nos hemos separado protegiéndonos uno al otro”, relató la doctora.
En su recuento de los hechos agregó que el día 11 de agosto fue trasladada a Karnes County Immigration Center donde estuvo detenida pidiendo asilo político y ocho días después fue liberada con un localizador en el tobillo.
La dcoctora, que deberá presentarse en septiembre ante la corte para exponer su caso, teme ser deportada y teme por la suerte de su hijo en el país azteca. “Temo mucho por su vida en dicho territorio también”.
Por ello, apeló a los medios de prensa y a todos los que se pudieran hacer eco de su caso para no ser deportada.
“No puedo volver a mi país por represión. Cuento con pruebas documentales sobre mi caso”, concluyó la galena.
Graduada de Medicina, Especialista en Medicina General Integral (MGI), doblemente diplomada en Medicina Natural y Tradicional y en Homeopatía, Ana Karelia Borrego Machado fue despedida a finales del 2011 por funcionarios de Salud Pública que decidieron separarla de su supuesto de trabajo y de la entidad por supuestas ausencias injustificadas.
El proceso llevado a cabo en su contra, con marcadas violaciones al código de trabajo, estuvo plagado de “injusticia, arbitrariedad, extemporaneidad e ilegalidad”, según la víctima.
Según expuso la propia especialista a CubaNet, en esa ocasión fue amenazada de desalojo.
Borrego reclamó a varias instancias y presentó su caso a través de medios de prensa nacionales pero nadie la atendió.
La razón, según confirmó, se debió a que el Ministerio de Salud Pública tenía en su poder un documento donde decía que era disidente y que participaba en las comisiones de los Derechos Humanos.
“Busqué ayuda en la prensa independiente y esto provocó aún más persecución y represión que me hicieron imposible mi vida en la isla”, relató.
Como Borrego, muchos cubanos huyen de Cuba, donde padecen la persecución de los órganos represivos, pero ven el camino plagado de inconvenientes y se enfrentan a posibles deportaciones. Mientras tanto, represores del régimen han arribado por programas de parole humanitario o de reunificación familiar.
