SLP, México.- El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez respondió a las medidas anunciadas este miércoles por Donald Trump de abrir un centro en Guantánamo para detener a inmigrantes que están ilegalmente en Estados Unidos.
Díaz-Canel expresó en sus redes sociales que se trata de un “acto de brutalidad” que ocurrirá en un territorio que describió como “ilegalmente ocupado”.
“En acto de brutalidad, nuevo gobierno de EE.UU. anuncia encarcelamiento en Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente, a los que ubicará junto a las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal”, escribió en su cuento de X el gobernante cubano.
En acto de brutalidad, nuevo gobierno de EEUU anuncia encarcelamiento en Base Naval en Guantánamo, ubicada en territorio de #Cuba ilegalmente ocupado, de miles de migrantes que expulsa forzosamente, a los que ubicará junto a las conocidas cárceles de tortura y detención ilegal.
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) January 29, 2025
Este miércoles, en el marco de la promulgación de la Ley Laken Riley, el presidente Donald Trump confirmó que ordenó la apertura de un centro de detención en la Bahía de Guantánamo para detener a hasta 30.000 inmigrantes ilegales que se encuentran en Estados Unidos y no pueden ser deportados a sus países de origen.
Mediante la orden, se instruirá al Pentágono y al Departamento de Seguridad Nacional para preparar 30.000 camas en el sitio de la base militar estadounidense en Cuba, dijo el presidente, “para detener a los peores criminales extranjeros ilegales que amenazan al pueblo estadounidense”.
En su comparecencia, opinó: “Algunos de ellos son tan malos que ni siquiera confiamos en los países para retenerlos, porque no queremos que vuelvan, así que vamos a enviarlos a Guantánamo”.
“Esto duplicará nuestra capacidad de inmediato”, expresó.
La Ley Laken Riley amplía el alcance de las personas que pueden ser arrestadas, detenidas y deportadas por funcionarios federales de inmigración.
El proyecto, que se aprobó con apoyo bipartidista, es el primero de la segunda presidencia de Trump que se convierte en ley y llega en un momento en el que promete una aplicación más estricta de las leyes de inmigración.
Según se lee en el documento de la legislación, la Laken Riley “obliga al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) a detener a determinados ciudadanos no estadounidenses (extranjeros según la legislación federal) que hayan sido detenidos por robo, hurto, latrocinio o hurto en tiendas. El proyecto de ley también autoriza a los estados a demandar al gobierno federal por decisiones o supuestos fallos relacionados con la aplicación de las leyes de inmigración”.
“En virtud de este proyecto de ley, el DHS debe detener a una persona que (1) se encuentre ilegalmente en Estados Unidos o no posea los documentos necesarios al solicitar la admisión; y (2) haya sido acusada, detenida, condenada o admita haber cometido actos que constituyan los elementos esenciales de robo, hurto o hurto en tiendas.
La normativa también autoriza a los gobiernos estatales a demandar medidas cautelares en relación con determinadas decisiones o supuestos incumplimientos del gobierno federal por su decisión de poner en libertad a un ciudadano no estadounidense; por incumplimiento de los requisitos relativos a la inspección de las personas que solicitan la admisión en Estados Unidos, incluidos los requisitos relativos a las entrevistas de asilo, entre otros.
