Autoridades de la ciudad de Santa Clara, en la central provincia de Villa Clara, informaron la supuesta detención de un joven de 17 años acusado de cometer un robo con fuerza horas antes en la comunidad.
De acuerdo al reporte de un medio afín al régimen, el menor identificado como Pedro Ignacio ya tenía antecedentes previos y en esta ocasión se habría robado una motocicleta, una bala de gas y una bicicleta. Además confesó ser el autor del hurto reciente de dos caballos en la zona.
“En menos de 24 horas, recuperaron los bienes que le habían sido robados a su vecino y detuvieron al autor de este hecho”, indicó la nota, celebrando la rápida acción policial.
No obstante, para muchos pobladores estas noticias positivas contrastan con la realidad que viven día a día. La delincuencia en Santa Clara se ha disparado peligrosamente, muy por encima de lo que admite la dictadura.
Mientras las autoridades presumen detenciones aisladas, en las calles la violencia está desatada y los ciudadanos de a pie viven con temor. El simple hecho de salir de sus casas para trabajar o hacer sus gestiones se ha convertido en un riesgo latente.
Si bien en este caso se logró capturar al presunto culpable y recuperar los bienes robados para entregárselos a sus dueños, son muchos más los delitos que quedan impunes, sin que se conozca el destino real que tuvo ese joven reincidente de 17 años ni qué medidas efectivas se tomarán para enfrentar el flagelo.
Mientras, los medios oficialistas seguirán exhibiendo supuestos éxitos policiales que no se corresponden con la cruda realidad que enfrenta el cubano de a pie ante el desbordamiento de la violencia y la delincuencia.