De última hora es noticia en Cuba la destitución de Alejandro Gil Fernández, al frente del Ministerio de Economía Planificación.
Justo cuando los cubanos esperaban la implemntación de un nuevo paquete de ajustes económicos, estos quedaron pospuestos, y lo que ha acontecido es la destitución del Ministro de Economía.
En efecto, en un giro inesperado de acontecimientos el régimen cubano ha anunciado un cambio significativo en su gabinete ministerial, con la destitución del hasta ahora ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández. Este movimiento se produce en medio de un contexto económico y social complicado para la isla caribeña, donde las medidas impopulares y la crisis económica han generado descontento entre la población.
La decisión de relevar de su responsabilidad a Gil Fernández fue tomada por el Consejo de Estado, con la aprobación del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC). En su lugar, ha sido designado Joaquín Alonso Vázquez, quien hasta la fecha se desempeñaba como presidente del Banco Central de Cuba (BCC).
Alonso Vázquez, de 60 años, es un experto en finanzas y gestión empresarial, con una larga trayectoria en el sector financiero cubano. Su nombramiento se produce en un momento crucial para la economía cubana, marcado por la implementación de medidas económicas impopulares y la creciente presión social.
Ordenamiento y paquetazo… ¿todo es culpa de una sola persona?
La caída de Gil Fernández se produce luego de una serie de acontecimientos económicos desfavorables para el régimen cubano, incluyendo el fracaso de la Tarea Ordenamiento, la crisis económica al cierre de 2023 y la reciente suspensión de medidas como el aumento de los precios de los combustibles y del transporte debido a problemas de ciberseguridad.
Este cambio en la cúpula del Ministerio de Economía, estuvo antecedida por la de Marino Murillo Jorge, principal artífice de la impopular Tarea Ordenamiento. Decisiones que reflejan la ausencia de un plan económico sostenible y realizable que permita a la economía cubana afrontar los desafíos estructurales que enfrenta actualmente.
La población cubana, por su parte, observa con atención estos movimientos en el gobierno, en medio de un clima de incertidumbre y malestar por la situación económica del país. No obstante, sería equivocado achacar a una sola persona todos los descalabros económicos de los últimos años.
De Alonso Vázquez tampoco se puede esperar un milagro. De cualquier manera la cúpula del poder lo ha designado en el cargo con el objetivo de impulsar políticas que puedan estabilizar la economía cubana y mejorar las condiciones de vida de la población.
