El preso político Maikel Puig Bergolla, manifestante del 11J, sufrió el hostigamiento de sus carceleros en la visita familiar del 13 de febrero.
El reo fue sacado esposado delante de sus dos hijos menores de edad, los cuales “se impresionaron mucho”, informó el activista Albert Fonse en X.
Además, las autoridades de la cárcel quisieron que se reuniera con su familia en un “cuarto de esos que ellos preparan con cámaras espías y no como junto al resto”, denunció el opositor.
🚨Ayer fue la visita del preso político Maikel Puig Bergolla y como siempre la dictadura trata maquiavélicamente de joderle cada momento con su familia.
Lo primero fue que llevaron Maikel frente a sus hijos esposados y los niños se impresionaron mucho, segundo quisieron darle la… pic.twitter.com/JIOBYwLnse— Albert Fonse 💪🇨🇦🇨🇺 (@albertfonse11j) February 14, 2024
Según el relato, Puig Bergolla se negó a entrar al cuarto y comenzó a gritar en contra del régimen. Al final la visita familiar trasncurrió en el sitio reglamentario.
“(…) toda una corrupción es esa cárcel”, sentenció Fonse en relación a la prisión de Quivicán, Mayabeque, donde se encuentra el preso y también el hermano del activista.
En el pasado, Fonse ha denunciado que la vida de los presos políticos de esa cárcel se encuentra en grave peligro.
De acuerdo con el opositor, la policía política ha negociado con presos comunes para que estos amenacen y golpeen a los reos juzgados por motivos políticos.
Por otro lado, Puig Bergolla fue condenado a 12 años de prisión solamente por observar las manifestaciones pacíficas. Las autoridades lo acusaron de los presuntos delitos de desorden público, desacato, instigación a delinquir y asesinato en grado de tentativa.
Fue detenido el 12 de julio de 2021, un día después de las protestas.