MIAMI, Estados Unidos. – La joven cubana Anurgis Pérrez Ferrer denunció este lunes en Facebook la desaparición en el mar de su pareja, David Castro Castillo, de 25 años. Asimismo, criticó la respuesta de los servicios de rescate locales de Santiago de Cuba, a los cuales calificó de “tardíos” y “negligentes”.
Castro Castillo, descrito por su pareja como un joven al que “le falta mucho por vivir”, desapareció en el mar, en la playa El Francés, de Santiago de Cuba, mientras pescaba en una balsa. Alrededor de la 1:30 p.m. del pasado sábado, su novia y otros testigos lograron divisarlo, pero se encontraba demasiado lejos. “Estuvimos observando para no perderlo de vista”, relata la joven.
La situación se volvió más crítica cuando, a pesar de las múltiples llamadas a los números de emergencia 106 y 107, la ayuda no llegaba. Pérez Ferrer describe con dolor cómo, a pesar de sus insistentes llamadas y de estar observando a su novio a la deriva, los esfuerzos de rescate por parte de las autoridades fueron insuficientes y tardíos.
“Sobre la 5:00 y tanto llega un yipi de Guardafronteras pero llegan sin lancha ni grupo de rescate”, señaló la joven, destacando la falta de recursos y preparación para un rescate efectivo.
Pérrez Ferrer también describió cómo, a las 8:00 de la noche, finalmente apareció el barco de rescate, pero ya era demasiado tarde y estaba lejos de la última ubicación conocida de David. “No buscó en toda la zona y ya [a] las 10:00 de la noche se retiran todos”, lamentó.
La joven denunció la aparente falta de compromiso y eficiencia de los servicios de rescate, contrastando su actuación con la rapidez con la que responden en situaciones relacionadas con drogas. “Cuando es para encontrar droga se aparecen todos en cuestión de nada y trabajan rápido”, criticó.
La desesperación de la joven se agravó al día siguiente, cuando se prometió una búsqueda temprana que nunca ocurrió. “Se nos dice que se va iniciar la búsqueda a las 5:00 a.m. y se llama a lo que dicen que la búsqueda se iba hacer vía terrestre no marítima porque la tripulación llegó vomitando y las olas eran de cinco metros”.
La situación del joven y la respuesta de las autoridades han generado un panorama familiar de frustración y dolor. “Fidel murió y con él murió todo, este Gobierno no respeta a su pueblo… No puede ser posible que por negligencia de este país unos padres pierdan un hijo”, lamentó Pérez Ferrer.
“Lo único que pedimos y llevamos días orando es que regrese a casa sano y salvo con sus seres queridos”, imploró la joven.
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