Un informe destaca que enfrentan altos niveles de pobreza y exclusión, y trabas para acceder a derechos básicos, como vivienda, empleo y servicios de salud.
SAN LUIS POTOSÍ, México.- Un informe conjunto del Instituto sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad) y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH), publicado este martes, expuso que las personas afrodescendientes en Cuba viven en condiciones precarias y sufren una sistemática discriminación estructural.
El texto denunció que las personas afrocubanas, además de enfrentar altos niveles de pobreza y exclusión, tienen numerosas barreras para acceder a derechos básicos, como vivienda, empleo y servicios de salud.
Asimismo insistió en la invisibilización de cubanos afrodescendientes en las estadísticas oficiales y el desigual acceso al sistema judicial, principalemente tras las protestas masivas de julio de 2021, donde los afrodescendientes recibieron sentencias más severas en comparación con las personas blancas que aquel día salieron a las calles a exigir sus derechos.
Sin políticas públicas
El informe enfatizó que el racismo estructural en el país ha impedido que la población afrocubana pueda ascender o acceder a una escala social un poco más alta, incluyendo el turismo.
“No ha habido planes que permitan crear políticas públicas diferenciadas. En el caso de la Isla, hay un problema particular, y es que ellos niegan la discriminación racial. Entonces el gobierno al negar la discriminación racial, evidentemente no plantea la necesidad de tener políticas públicas diferenciadas”, manifestó Carlos Quesada, director de Raza e Igualdad.
“Cuba, en materia de lucha contra la discriminación racial se encuentra por lo menos 70 años atrás de todos los países de América Latina, incluyendo Estados Unidos”, alegó el abogado y periodista costarricense.
En este sentido, se impone que el Estado cubano adopte políticas específicas para combatir el racismo y promover la igualdad de oportunidades, algo en lo que repara el documento.
El Observatorio Cubano de Derechos Humanos detectó que las autoridades cubanas incumplieron los objetivos del Decenio Internacional de los Afrodescendientes (2015-2024), promovido por Naciones Unidas, y las recomendaciones del Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD).
A pesar de los compromisos contraídos con las organizaciones internacionales, el régimen no tiene voluntad política para realizar acciones concretas encaminadas a mejorar las condiciones de vida de los afrocubanos, destacó el texto.
Esa postura refuerza la exclusión social y dificulta el diseño de políticas que atiendan las necesidades específicas de la población afrodescendiente.
Pobreza extrema e invisibilidad
Los datos expuestos revelaron que la mayoría de las personas afrodescendientes tiene problemas para comprar lo más esencial para sobrevivir.
Yaxys Cires, director de Estrategia del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, explicó que ocho de cada 10 afrodescendientes encuestados afirmaron que habían dejado de desayunar, almorzar o cenar, situación que afectó a siete de cada 10 personas blancas o mestizas de este informe.
Un 92% de las personas afrocubanas percibe el servicio de salud pública como deficiente; y el 81% dijo que no recibía remesas, una cifra mayor al 71% de las personas blancas que señaló que tampoco obtenía este tipo de ingresos de familiares fuera de la Isla.
Por otra parte, Noelia Maciel, experta en derechos de personas afrodescendientes, apuntó que el último censo nacional, realizado en 2012, ignoró las distinciones étnicas, una cuestión que limita la visibilidad de las condiciones de vida y vulnerabilidades de la comunidad.
Además, ello se complejiza con el aplazamiento del censo de 2022 al año 2025. Sin estadísticas actuales, no se cuenta con datos recientes sobre la población afrodescendiente en el país.
