Más de una decena de organizaciones han demandado a las autoridades cubanas que anulen el proceso judicial contra la profesora Alina Bárbara López Hernández, quien enfrentará el próximo 16 de noviembre un juicio por desobediencia tras negarse a asistir a una citación de la Policía de Matanzas.
En una declaración firmada por varias organizaciones, unidas en la Red de Observatorios Independientes de Cuba, se define a López Hernández como una “historiadora de reconocida formación marxista y compromiso con causas de izquierda”. El texto subraya que el régimen cubano se ha encargado de “acosarla profesionalmente, detenerla, interrogarla y bloquear su salida para participar en eventos en el exterior”.
Para las plataformas Cuba Siglo 21, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos, Cuido 60 y el Observatorio de Derechos Culturales, entre otros firmantes del documento, la causa del asedio contra la profesora ha sido su ejercicio del “derecho a la libre expresión y libertad de investigación académica”.
El texto recuerda que la vista oral contra López Hernández está fijada para el 16 de noviembre, Día Internacional de la Tolerancia y que, justo en ese mes, visitará Cuba Eamon Gilmore, representante especial de derechos humanos de la Unión Europea. Los firmantes recomiendan al funcionario que exija “presenciar el juicio y ser informado en detalle de los procedimientos seguidos” contra la profesora.
Los firmantes también interpelan al alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell
Los firmantes también interpelan al alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, para que reclame “el cese de esta arbitrariedad” y aseguran que el acoso contra López Hernández se precipitó luego de que la académica opinara sobre las protestas sociales del 11J y la situación de los presos políticos en una reunión con el canciller europeo en mayo pasado en La Habana.
“Alina ha desnudado repetidamente y con datos irrefutables el discurso oficial de quienes detentan el poder en Cuba”, señala la declaración, y añade que “eso la ha convertido, inevitablemente, en una disidente” y en “una mortal enemiga” porque “nada teme más este poder corrompido y corruptor que aquellos que no se dejan cooptar por sus lisonjas y prebendas”.
El documento comparte reclamos con al menos tres cartas publicadas en los últimos días que denuncian el proceso contra López Hernández. Las misivas, firmadas por el Consejo para la Transición Democrática en Cuba, la Red Femenina de Cuba y el Partido Demócrata Cristiano, atribuyen a razones políticas el acoso a la académica y piden que se respeten sus derechos.
La profesora comenzó a merecer atención por parte de la Seguridad del Estado a la vez que los jóvenes artistas agrupados en el evento La peor generación
La profesora comenzó a merecer atención por parte de la Seguridad del Estado a la vez que los jóvenes artistas agrupados en el evento La peor generación, censurado en octubre del pasado año. López Hernández iba a prologar un libro que llevaría el mismo título y que el régimen también impidió llevar a cabo.
Ella misma denunció el acoso en las redes sociales. Tras recibir varias peticiones de la policía política para ser interrogada, presentó ante la Fiscalía Provincial de Matanzas una “formal queja y acción de nulidad contra las citaciones oficiales”. La profesora consiguió, con ello, que la Seguridad del Estado anulara la citación.
A partir de las presiones, López Hernández desarrolló su propia forma de protesta, manifestándose pacíficamente el día 18 de cada mes en el Parque de la Libertad de la ciudad de Matanzas. Entre las represalias que ha sufrido está la prohibición de salir del país, que la suma a la lista de periodistas independientes y activistas que están “regulados”.
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