La cubana Roimara Cisnero Álvarez vive con su familia desde hace 7 años en una casa con piso de tierra en Pinar del Río.
En entrevista con ADN Cuba, Cisnero afirma que las autoridades cubanas no la consideran prioridad para recibir ayuda, a pesar de que se define como “revolucionaria”.
Según denuncia, la delegada de su circunscripción, Olga Lidia Chacón, no la incluye en las listas de distribución de recursos y no ha gestionado mejoras en su vivienda, que carece de techo y tiene la puerta trasera en condiciones deplorables, ello, a pesar de que Cisnero paga sus cuotas al Comité de Defensa de la Revolución (CDR).
Cisnero tiene un hijo adolescente que también está expuesto a estas precarias condiciones. Ambos padecen problemas respiratorios debido a la humedad del piso de tierra. Sin embargo, afirma que las autoridades de Pinar del Río ni se ocupan ni se preocupan por necesidades básicas de los pobladores.
La afectada sostiene que esto obedece no solo a motivos políticos, sino también a racismo, pues en su zona viven “los negros” y no reciben ayuda, mientras ve que la delegada sí ayuda a “blancos pudientes” de otras áreas. Relata que Chacón negó entregarle colchones tras el ciclón, pero sí entregó tanques de agua en casas de blancos.
Cisnero afirma tener pruebas en video de cómo una pipa de agua fue distribuida a una de esas viviendas el mismo día que en su zona no tenían el servicio. Agrega que, aunque los precios fijados para las pipas de agua que se venden a la población son elevados, no se destinan a dar el servicio.
La afectada sostiene que esta situación evidencia las humillaciones, abusos y atropellos que sufren los cubanos, cuyos derechos son pisoteados y engañados. Considera que las autoridades solo muestran en redes sociales las donaciones que hacen, pero no las ilegalidades que cometen y la corrupción que los envuelve.