Lejanos en el tiempo, y absurdos a la memoria, quedan aquellos días en que lanzar huevos fue una práctica normalizada en Cuba. Hoy es uno de los alimentos más demandados y caros para las familias de la isla.
El humilde huevo, también fue despreciado y objeto de burlas en Cuba. En años de bonanza se abarrotaba en almacenes, se rechazaba en los comedores y sobraba en las cocinas. En una época donde la abundancia parecía reinar gracias al subsidio soviético esta fuente protéica era tenida a menos por los cubanos. Sin embargo, hoy en día, el alimento se ha convertido en un bien codiciado y apreciado por la inmensa mayoría.
En el presente mes de abril, el precio del huevo ha alcanzado niveles sin precedentes en el mercado informal de La Habana. Según refiere el medio independiente 14yMedio un cartón con 30 unidades puede llegar a costar hasta $3.500 pesos, en comparación con los $2.000 pesos del año anterior.
Un aumento sostenido que deja perplejos a los consumidores, quienes se sorprenden al ver cómo un producto tan básico se vuelve cada vez más inaccesible para la mesa familiar.
Según la citada fuente, en la feria de la calle Galiano en Centro Habana, los clientes expresan su desconcierto al observar los precios exorbitantes del cartón de huevos. Las preocupaciones sobre la calidad y procedencia del producto también surgen entre los compradores, algunos de los cuales se preguntan cuáles son los huevos importados desde Colombia.
Caros y escasos
Para muchos cubanos la compra de huevos se ha convertido en un desafío diario, especialmente para aquellos que dependen de pensiones modestas. Con precios tan elevados, incluso adquirir un solo huevo resulta un lujo fuera del alcance de muchos.
La subida en el precio del huevo ha tenido un impacto significativo en la industria alimentaria, afectando los precios de productos como pasteles, ensaladas y otros platos que requieren este ingrediente básico. Los pequeños negocios también se ven obligados a ajustar sus precios para compensar el aumento en el costo de los ingredientes.
La escasez de huevos en el mercado racionado ha llevado a los consumidores a recurrir a las redes informales de comercio y a las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) para abastecerse del tan deseado alimento.
Sin embargo, la disponibilidad del producto sigue siendo incierta y depende en gran medida de las importaciones que llegan al país.
Hoy, el precio de un cartón de huevos supera con creces el salario mínimo fijado por el gobierno cubano en diciembre de 2020. Esos $2100.00 pesos solo alcanzan para comprar, si acaso, una veintena de posturas.
Sin embargo, como es de suponer un jubilado o pensionado de la seguridad social recibe mucho menos, y es precisamente para ellos para quienes más difícil es afrontar el reto de alimentarse cada día en la isla.
