Un panel de tres jueces de la Junta Superior de Apelaciones de Inmigración del Departamento de Justicia de EEUU desestimó este lunes el otorgamiento de residencia a un migrante cubano procesado con el formulario I-220A y devolvió el caso a un tribunal de inmigración para que emita una nueva decisión.
El fallo en el caso del cubano Olty Cabrera Fernández es una mala noticia para decenas de miles de sus compatriotas que también recibieron el formulario I-220A a su llegada a la frontera de EEUU, en lugar del parole que les permite regularizar su estatus migratorio al año y un día bajo la Ley de Ajuste Cubano.
El abogado Willy Allen, experto en el tema, dijo este martes en el espacio Facebook Ahora de Martí Noticias, que la medida “va a tener un impacto draconiano” para casos similares.
Allen, quien dijo tener una decena de casos pendientes con I-220A frente a la Junta de Inmigración de los que no ha recibido aún respuesta. “Pero esta respuesta negativa va a tener una implicación para los casos míos y de otros abogados”, explicó.
Según el experto, si otros paneles de jueces emiten fallos similares al del caso de Cabrera Fernández, y “también niegan la I-220A”, el próximo paso será una apelación ante la Corte Federal, que en el caso de la Florida corresponde al Onceno Circuito, en Atlanta, que en el pasado, aseguró Allen, “ha dado buenas decisiones sobre inmigración”.
El abogado expresó su optimismo de que, al final del proceso, los migrates cubanos bajo esta categoría lograrán su legalización. Es una esperanza para la gran mayoría de alrededor de 400 mil cubanos que han emigrado a EEUU en los últimos 24 meses y recibieron un formulario I-220A, apuntó.
Con esta categoría de admisión a EEUU “no hay ni jueces, ni corte, ni horario para llevarlos a tribunales y determinen qué hacer” con sus casos pendientes”, dijo Allen.
Recordó los casos de cubanos que emigraron cuando el éxodo del Mariel, en 1980, y enfrentaron batallas en las cortes de EEUU que duraron hasta 1987, cuando lograron legalizar su estatus.
“A veces las batallas en inmigración son largas. La esperanza mía es que esta batalla, que esperaba fuera más corta, va a ser un poquito más larga, pero al final (…) nadie que ha entrado con I-220A, tiene peligro de deportación”, señaló.
A quienes temen ser deportados a causa de un fallo legal en contra de sus casos de asilo bajo el I-220A, Allen respondió:
“Si tú vas a juicio y pierdes tu asilo, el juez va a darte una orden de deportación, pero se va a apelar, pero hay cero chance de que ese día te recojan en la corte, te detengan y te deporten… Cero chance de que en un futuro cercano, o lejano, toquen en tu puerta, te detengan y te deporten. Yo no quiero que nadie que nos esté viendo, que tenga una I-220A, tenga la más mínima preocupación” de correr peligro de ser deportado.
A quienes entraron a EEUU con el I-220A y pueden argumentar miedo creíble, Allen recomienda preparar su caso de asilo y presentarlo. Si no tiene fecha de corte, como es el caso de miles de cubanos, que no descarten “presentar para la residencia con USCIS (Servicios de Ciudadanía e Inmigración de EEUU)”, añadió.
Según el abogado, ha presentado la solicitud de residencia para miles de clientes en los últimos cuatro años con I-220A y se las han aprobado. “Que van a hacer, empezar a quitarle la residencia a aquellas personas que ya están aprobadas. Imposible. El mecanismo burocrático no puede lidiar con todo eso”, sentenció.
Allen recalcó que lo más importante ahora para los migrantes cubanos bajo el I-220A es “prepararse para un buen caso de asilo”, con evidencia que pueda presentar en corte, y listos para “testiticar y explicar” su situación ante el juez. También recomendó tener la “representación correcta”, no solo para la presentación de los documentos, sino para prepararse para testificar.
“Si tú testificas de una forma coherente, consistente y creíble, tienes un gran chance de ganar tu asilo.
A los efectos de Inmigración, se determinó que las personas con un I-220A “habían entrado de forma ilegal a los Estados Unidos, habían sido detenidos y están están en un proceso de deportación que toma por palabra que entraron ilegal antes de ser capturados y salieron con la I-220A, y que esa I-220A “no es igual que un parole que le hubieran otorgado presentándose en la frontera”, explicó Allen.
Sobre los cubanos que se encuentran en la frontera con EEUU, el abogado dijo que esas personas “corren un riesgo enorme de ser devueltas a Cuba”. Si están en la frontera, “lo mejor es aplicar para el CBP One”, que te permite entrar a EEUU con un parole de dos años y presentar un caso de asilo.
Allen mencionó que alrededor de 500 cubanos entran a EEUU semanalmente con CBP One, de alrededor de 20 mil varados en este momento en Tapachula, México, en su tránsito hacia la frontera estadounidense. “Yo sé que es (un número) insignificante, pero tienen que hacer el esfuerzo de entrar con CBP Uno, es una forma legal de entrar por frontera”.
A quienes no califiquen para CBP One, o estén desesperados y decidan entrar ilegalmente, deben tener un “miedo creíble bien preparado, porque si los entrevistan y pierden los van a deportar”, alertó el experto.
Allen concluyó que, a largo plazo, la I-220A “se va a considerar una entrada legal” a Estados Unidos, y será posible legalizar a todos los cubanos que tienen sus casos pendientes bajo esta categoría.
Las autoridades estadounidenses han reiterado que cruzar la frontera de Estados Unidos es ilegal y extremadamente peligroso, y que las personas que entren a su territorio de forma irregular serán deportadas. Los migrantes, advierten, deben usar las vías legales y seguras disponibles, como la aplicación móvil CBP One, así como el programa de parole humanitario basado en patrocinadores para cubanos, venezolanos, haitianos y nicaragüenses.
