Pese a las numerosas denuncias contra su postulación para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Cuba obtuvo este martes 146 votos a favor de su candidatura. La Isla, acusada sistemáticamente de violar derechos y libertades básicas, y con 784 presos políticos en sus cárceles, será parte del organismo desde 2024 hasta 2026.
La Cancillería cubana celebró que el país fuera “el más votado”, lo cual atribuyó al reconocimiento “indiscutible” que la comunidad internacional da al régimen. Es la sexta ocasión en que La Habana recibe las boletas necesarias para ocupar un puesto en el Consejo, al que además accedieron, por la parte latinoamericana, Brasil y República Dominicana.
Otros países con un documentado expediente de violaciones de derechos humanos también lograron un asiento. Es el caso de China –la candidatura más polémica, junto a la de Rusia–, que logró 154 votos.
Los 47 Estados miembros, “responsables de la protección y promoción de los derechos humanos en todo el mundo” eligieron a su directiva, que también cuenta con naciones como Francia, Japón, Países Bajos o Costa de Marfil.
Como la votación fue secreta, se desconoce si los aliados de Putin, como Cuba, Nicaragua, Venezuela o Bielorrusia, apoyaron la candidatura
Quedaron fuera Perú, agobiado por la inestabilidad política desde el intento de golpe de Estado perpetrado por el ex presidente Pedro Castillo en 2022, y Rusia, expulsada del Consejo desde ese mismo año, tras la invasión de Vladímir Putin a Ucrania. No obstante, Moscú logró que 83 países avalaran su petición, que requería contar con 97 votos.
Como la votación fue secreta, se desconoce si los aliados de Putin, como Cuba, Nicaragua, Venezuela o Bielorrusia, apoyaron la candidatura. En el caso de Perú, que obtuvo 108 votos –más de los necesarios–, fue superada por los demás aspirantes de la región.
Varias instituciones y personalidades habían criticado la postulación de Cuba a la directiva del Consejo. La plataforma Demo Amlat lamentó la entrada de Cuba al Consejo y señaló que “el régimen cubano criminaliza la disidencia y persigue sistemáticamente a los defensores de derechos humanos”.
Horas antes de conocerse los resultados, la activista Carolina Barrero había señalado que “si Cuba se reelige en el Consejo de Derechos Humanos será con el apoyo de Estados cómplices”. “Los cubanos, las organizaciones y activistas de derechos humanos, condenamos la reelección de una dictadura sangrienta que tiene sumido a nuestro país en la miseria y la opresión”, añadió.
“En una bofetada a las aspiraciones democráticas del pueblo cubano, la dictadura más longeva del hemisferio ha sido reelegida en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU justo en medio de una escalada de violencia contra sus ciudadanos. Una verdadera vergüenza”, recalcó el también activista Magdiel Jorge Castro.
Horas antes de conocerse los resultados, la activista Carolina Barrero había señalado que “si Cuba se reelige en el Consejo de Derechos Humanos será con el apoyo de Estados cómplices”
Por su parte, el exiliado Félix Llerena había recordado días atrás que “los perpetradores (de violaciones contra los derechos) no pueden ser los garantes del cumplimiento de la ley internacional”.
La organización Human Rights Watch recordó a la comunidad internacional el trato que La Habana da a sus disidentes y al “millar de presos políticos”, procesados por manifestarse pacíficamente, y pidió que no se votara a su favor.
Con vistas a la votación, el Gobierno y la Cancillería de la Isla habían emprendido una campaña internacional destinada a promover a Cuba como Estado defensor de los derechos. En el propio vestíbulo principal de la sede de la ONU en Nueva York se curó una exposición titulada Cuba, un compromiso sostenido con todos los derechos humanos para todos, del artista visual cubano Yosvany Martínez.
“El pueblo cubano es dueño de su propio destino, ejerce pleno poder y control sobre la vida del país, y participa activamente como actor principal de un sistema efectivo de democracia socialista y justicia social que apoya y avala”, remachaba el folleto de presentación de la muestra, firmado por el vice primer ministro de Relaciones Exteriores de Cuba y Representante Permanente ante la ONU, Gerardo Peñalver Portal.
Entre carteles alusivos al “benévolo” Código Penal cubano –que recrudeció las condenas de los manifestantes en las protestas del 11 de julio de 2021–, la exposición invitaba a “sentir orgullo” por el rol de Cuba en la defensa de los derechos humanos.
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