El Gobierno cubano ha reinstaurado a partir de este lunes una controvertida medida que había sido suspendida apenas una semana atrás: el tope de precios para varios productos esenciales comercializados tanto en mercados estatales como privados en la isla.
La Resolución 225, publicada en la Gaceta Oficial No. 61, establece los precios máximos para una serie de productos de primera necesidad. Entre ellos:
- Pollo troceado: 680 pesos por kilo
- Leche en polvo: 1,675 pesos por kilo
- Aceite comestible: 990 pesos por litro (excepto el aceite de oliva)
- Pastas alimenticias: 835 pesos por kilo
- Salchichas: 1,075 pesos por kilo
- Detergente en polvo: 630 pesos por kilo
Estos productos también quedan exonerados del pago del impuesto aduanero, según la normativa vigente.
La nota difundida por los medios estatales describe la medida como “temporal” y explica que los actores económicos pueden reconocer hasta un 30% de margen de ganancia sobre costos y gastos, siempre y cuando no se excedan los precios fijados.
Además, se aclara que los Ministerios de Finanzas y Precios; Comercio Exterior y la Inversión Extranjera; y Comercio Interior revisarán periódicamente los precios de importación de estas mercancías para ajustar sus precios minoristas máximos y considerar la inclusión de otros productos.
El lunes anterior, la viceministra de Finanzas y Precios, Lourdes Rodríguez Ruiz, había anunciado en la televisión estatal que el tope de precios no se implementaría de inmediato. Indicó que era necesario “escuchar los estados de opinión de la población” y “continuar los intercambios con los actores económicos sobre las realidades que enfrentan en sus procesos de importación, transportación y comercialización”.
Ángel Marcelo Rodríguez Pita, asesor de emprendimiento privado, señaló a Martí Noticias que “un control de precios en medio de un proceso inflacionario, manteniendo una tasa bancaria inferior a la tasa del mercado informal de divisas, lo que provoca es una contracción de la economía”.
Omar Everleny, otro economista destacado, subrayó que “los precios no van a bajar por esa vía, lo harán cuando el Estado incentive la producción, que es lo fundamental. La economía no puede seguir bajo indicaciones coyunturales”.
Muchos ciudadanos temen que esta medida, lejos de aliviar la presión sobre sus bolsillos, pueda exacerbar la escasez de productos y fomentar el mercado negro.
La reactivación del tope de precios en Cuba representa un intento del Gobierno por controlar la inflación y estabilizar el mercado de productos esenciales.
