El periódico Granma, órgano oficial del Partido gobernante en Cuba, defendió este miércoles la dolarización parcial de la economía y la aparición de nuevas tiendas con pagos en dólares en efectivo.
El diario Granma, órgano del Partido Comunista de Cuba (PCC), defendió recientemente la dolarización parcial de la economía en un artículo publicado esta semana.
Según el diario del gobierno comunista, esta política es una medida «necesaria» para controlar el flujo de divisas y frenar el mercado cambiario ilegal que opera en la isla.
El medio señaló que durante el Cuarto Periodo Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, el primer ministro Manuel Marrero Cruz argumentó que el objetivo principal de esta estrategia es redirigir las divisas del mercado informal hacia mecanismos estatales.
Marrero señaló que esta medida busca “ganar en control sobre las divisas que hoy se mueven ilegalmente en el entorno social, para ponerlas en función del bienestar de la población”.
«Se suma también la aceptación de efectivo en divisas en determinados establecimientos, para que dificultades con los procesos de pago electrónico no limiten la obtención de ingresos», dijeron sobre la aparición de nuevas tiendas en dólares.
Un paso hacia la desdolarización, pero con matices
Aunque el gobierno insiste en que “el camino a seguir es la desdolarización de la economía”, reconoce que la dolarización parcial será transitoria y estará limitada a sectores estratégicos.
Entre estos se incluyen exportaciones y áreas específicas como farmacias internacionales, ópticas y salas de espera en aeropuertos, donde ya se aceptan pagos en divisas.
Sin embargo, una de las medidas más controvertidas es la implementación de aranceles en divisas para las formas de gestión no estatal. Asimismo, se autorizarán ventas mayoristas y minoristas en moneda extranjera, aunque estas estarán sujetas a una estricta aprobación centralizada.
Críticas y desigualdades a la dolarización en Cuba
Mientras el gobierno justifica estas decisiones como una forma de corregir las distorsiones del mercado informal, muchos señalan que perpetúan un modelo económico desigual. Solo quienes tienen acceso a divisas pueden satisfacer necesidades básicas o participar en sectores estratégicos de la economía, aumentando las brechas sociales en la isla.
Además, el control burocrático que caracteriza estas políticas refuerza la dependencia de un sistema estatal que ha sido señalado por su ineficiencia y corrupción.
La dolarización parcial en Cuba es presentada como una medida temporal y estratégica, pero también evidencia las tensiones entre las necesidades inmediatas del gobierno y las desigualdades estructurales del modelo económico.
Mientras el gobierno busca controlar el flujo de divisas, estas medidas podrían consolidar aún más un sistema donde el acceso a bienes y servicios esenciales depende del poder adquisitivo en dólares y pese mucho más quien tenga algún familiar en el exterior de la isla y ayude con el envío de dólares americanos o euros.