¿Se ha imaginado usted cómo sería Cuba sin el bloqueo? ¿Sabía que los efectos de esta “guerra no declarada” contra la economía, la sociedad, la vida cotidiana y los sueños de progreso de más de 11 millones de cubanos no han cesado ni un solo día desde hace más de 60 años? ¿Sabía que más del 80% de la población cubana actual solo ha conocido una Cuba con bloqueo?
Pues sí. Se estima que, de no existir el bloqueo, el producto interno bruto (PIB) de Cuba podría haber crecido un 9% en 2022.
A precios corrientes, los daños acumulados de aplicación de esta política unilateral estadounidense contra nuestro país ascienden a 159 084.3 millones de dólares.
Entre marzo de 2022 y febrero de 2023, el bloqueo causó daños y perjuicios a Cuba estimados en el orden de los 4 867 millones de dólares. Esto implica una afectación de más de 405 millones de dólares mensuales, más de 13 millones de dólares diarios y más de 555 000 dólares cada hora.
El elevado monto es reflejo del impacto recrudecido del bloqueo sobre las exportaciones cubanas, la permanente persecución a las operaciones bancario-financieras del país, los costos por reubicación geográfica del comercio, las afectaciones a la producción y los servicios que se prestan a la población y los obstáculos para acceder a tecnologías de avanzada.
Sin dudas, el bloqueo económico, comercial y financiero es el elemento central que ha definido la política de Estados Unidos hacia Cuba en los últimos 60 años.
El más reciente informe presentado por el Ministerio de Relaciones Exteriores sobre el impacto del bloqueo desde el 1 de marzo de 2022 hasta el 28 de febrero de 2023 así lo confirma.
Ese periodo, agrega el texto, “estuvo marcado por la aplicación continua y deliberada de las medidas de máxima presión instauradas durante el Gobierno de Donald Trump, la vigencia de las leyes que conforman este sistema de medidas coercitivas unilaterales y la inercia e inmovilismo del actual Gobierno del presidente Joseph Biden para impulsar avances reales en las relaciones bilaterales entre Cuba y Estados Unidos”.
El reporte de la Cancillería refiere que “el Gobierno de Joseph Biden no ha sido capaz de articular una política propia hacia Cuba, que lleve a vías de hecho las promesas electorales que sustentaron la plataforma del Partido Demócrata en 2020. En la práctica, ha mantenido intactas las acciones de mayor hostilidad contra Cuba, que continúan ocasionando daños significativos a todos los cubanos”.
De hecho, en el período que abarca este informe, el Ejecutivo estadounidense prorrogó leyes y disposiciones severas relacionadas con Cuba, cuyo impacto reforzó las consecuencias nocivas del bloqueo.
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El informe “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba” será sometido a votación los días 1 y 2 de noviembre en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El texto advierte que entre marzo de 2022 y febrero de 2023, el Gobierno de Biden aplicó con rigor la política de máxima presión y asfixia de su antecesor contra Cuba.
El bloqueo repercutió negativamente, en términos absolutos, en todos los sectores de la economía del país.
“El mantenimiento de la deshonesta calificación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, la posibilidad de tomar acción en tribunales estadounidenses ante demandas presentadas al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton, la persecución minuciosa a las transacciones financieras cubanas y los consiguientes obstáculos para el suministro de combustibles al país, así como la vigencia de listados unilaterales que impiden transacciones financieras con entidades cubanas, fueron las disposiciones de mayor severidad”, indica el reporte.
Y estas son algunas de las acciones del Gobierno de EE.UU. que así lo demuestran:
- El 16 de mayo de 2022, el Gobierno de EE.UU. anunció un grupo de medidas en materia de visados, migración regular, vuelos y remesas. Si bien estas nuevas disposiciones fueron pasos en la dirección correcta, no modificaron los aspectos más dañinos del bloqueo ni revirtieron las medidas más agresivas impuestas contra Cuba por el Gobierno de Trump.
- El 11 de mayo de 2022, el secretario de Estado notificó al Congreso la certificación de Cuba como país que “no coopera plenamente” con los esfuerzos antiterroristas de EE.UU., de acuerdo con la Sección 40A (a) de la Ley de Control de Exportación de Armas y la Orden Ejecutiva 13637. Con ello, se ratificó por tercera ocasión consecutiva la inclusión de Cuba en este listado. La medida entró en vigor el 20 de mayo de 2022, tras su publicación en el Registro Federal.
- El 2 de septiembre de 2022, el presidente Biden extendió por un año las restricciones del bloqueo contra Cuba bajo la Ley de Comercio con el Enemigo.
- El 14 de octubre de 2022, mediante directiva presidencial, Biden extendió por un año las restricciones a otorgar fondos federales para intercambios culturales y educacionales con Cuba, entre otras medidas. Esta acción se derivó de la permanencia de la Isla en el nivel 3 del Informe Anual sobre Trata de Personas del Departamento de Estado.
- El 30 de noviembre de 2022, el Departamento de Justicia publicó una recomendación realizada por el Comité de Evaluación de la Participación Extranjera en los Servicios de Telecomunicaciones de EE.UU. a la Comisión Federal de Comunicaciones, para denegar una solicitud de licencia al sistema de cable submarino ARCOS-1, que buscaba añadir una estación de aterrizaje en Cuba. Los argumentos del comité incluyeron la supuesta amenaza de contrainteligencia que representa el país para EE.UU. y su designación como Estado patrocinador del terrorismo.
¿Se le permite a Cuba importar, desde terceros países, bienes que contengan más de un 10% de componentes estadounidenses? ¿Se eliminó la Lista de Entidades Cubanas Restringidas y la de Alojamientos Prohibidos? No. La Administración Biden poco se ha acercado al avance en las relaciones bilaterales que existió durante la presidencia de Obama.
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El bloqueo ha afectado cada uno de los sectores más sensibles de la vida de un cubano
Durante el periodo que abarca el informe, el bloqueo provocó pérdidas en el sector de la salud por un valor de 239 803 690 dólares, cifra que supera en casi 80 millones las afectaciones reportadas en el periodo previo a la pandemia de covid-19 (abril de 2019 a marzo de 2020).
El texto recuerda que la mortalidad infantil reportó en 2022 una tasa de 7.5 por cada 1 000 nacidos vivos, mientras que, previamente al 2019, se había logrado mantener en torno o inferior a cinco por cada 1 000 nacidos vivos.
“Las crecientes limitaciones financieras, la imposibilidad de acceder a insumos imprescindibles para el Programa Nacional de Atención Materno Infantil y la persecución a los socios tradicionales de Cuba para el suministro de medicamentos, equipamientos, tecnologías, entre otros, han tenido un impacto directo en la plena realización del derecho a la salud”.
La empresa MediCuba realizó en el periodo analizado 69 solicitudes a compañías estadounidenses para acceder a recursos y demás insumos necesarios en el sistema nacional de salud, en particular, para el Instituto de Neurología y Neurocirugía y el Instituto de Oncología y Radiobiología.
Tres respondieron de manera negativa: Termo Fisher Scientific, New England Biolabs y Agilent Technologies, mientras que del resto de las compañías nunca se recibió respuesta.
En Cuba se diagnostican anualmente alrededor de 450 nuevos casos de cáncer infantil. Muchas veces, el tratamiento de esos pequeños es afectado directamente por el bloqueo. Veamos el siguiente ejemplo:
A una niña de apenas seis años se le debió realizar una intervención quirúrgica para extraerle parcialmente un tumor de grado 4 alojado en el área intracraneal. Aunque se le ha garantizado el tratamiento de quimioterapia para combatir la tumoración, no ha sido posible administrarle la Lomustina, medicamento al que no es posible acceder debido al bloqueo y que es la primera línea para este tipo de tumores de alto grado que afectan el sistema nervioso central. Actualmente, la paciente está en recaída y se le aplica un esquema de rescate.
Alrededor de 20 000 familias cubanas esperan diagnósticos y no han podido ser atendidas debidamente por no tener acceso a la tecnología que se requiere para ello, pues esta contiene más de un 10% de componentes de fabricación estadounidense. Un ejemplo:
Una niña cubana de solo dos años fue llevada a consulta de genética en su primer año de vida. Su familia identificó una importante desviación de su columna vertebral y un abombamiento en la región del tórax y en su columna dorsal. Los genetistas sospecharon la presencia del síndrome de Kozlowski, una displasia ósea severa que afecta la columna vertebral y la metáfisis de todos los huesos largos del cuerpo. Existen alrededor de 1 000 casos en el mundo. El bloqueo impidió el diagnóstico de esta enfermedad en el país, en tanto no se cuenta con la tecnología requerida para ello. Fue necesario sufragar los estudios en un laboratorio internacional, donde se confirmó este padecimiento.
En adición, el Gobierno de EE.UU. ha continuado su campaña de odio para desacreditar y obstaculizar la cooperación médica internacional que Cuba ofrece, divulgando calumnias y disuadiendo a otros Estados para que se abstengan de solicitarla.
En la rama de la alimentación y la agricultura, los daños del bloqueo también han sido notables. Entre marzo de 2022 y febrero de 2023, se contabilizan daños por un valor de 273 390 800 dólares.
“El impacto negativo del cerco económico en el acceso a insumos, materias primas, productos químicos y tecnologías para los procesos productivos, ha ocasionado una considerable disminución de la producción nacional de alimentos”.
Bajo permisos sujetos a restricciones impuestas por ley, Cuba puede adquirir por vía comercial limitados productos agrícolas en EE.UU. –como el pollo-, pero está obligada a pagar por adelantado y sin acceso a créditos, lo cual es en extremo difícil cuando, al mismo tiempo, se obstaculizan las fuentes de ingreso del país.
En el sector del transporte, los daños ocasionados por el bloqueo en el periodo de referencia ascienden a 202 420 140 dólares.
El texto indica que en los últimos tres años ha habido un deterioro progresivo de todas las capacidades de transportación de pasajeros y de las infraestructuras, dada la baja disponibilidad técnica de los vehículos, la imposibilidad de acceder a piezas de repuesto, tanto por la falta de liquidez como por negativa de los proveedores, así como las medidas adoptadas desde 2019 por el Gobierno estadounidense para impedir los suministros de combustibles a Cuba, lo que ha tenido un efecto devastador en esta esfera.
“Esto ha derivado en una menor oferta de servicios, y por ende, en serias afectaciones a la población”, se señala el informe.
En el caso de la transportación aérea, fueron retiradas por EE.UU. las licencias para arrendar aviones, por lo que la compañía Cubana de Aviación no puede cotizar por vuelos internacionales.
En el sector de energía y minas, los daños se estiman en 491 156 960 dólares. La Unión Nacional Eléctrica reporta el monto más elevado de las afectaciones, con 239 276 300 dólares.
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Las afectaciones al desarrollo económico cubano son numerosas. “En 2022, la economía cubana creció apenas un 2%, luego de haber perdido el 13% de su PIB entre enero de 2020 y septiembre de 2021, como consecuencia del efecto combinado de la pandemia de covid-19, la crisis económica mundial y el recrudecimiento sin precedentes del bloqueo”, sostiene el informe.
Producto de la inflación, solo entre enero y octubre de 2022, el precio promedio de la canasta de bienes y servicios creció casi un 29%. De octubre de 2021 a octubre de 2022, la inflación aumentó prácticamente un 40%.
“En esta situación, tiene un peso fundamental no solo la inflación importada por los precios en el mercado internacional, sino esencialmente la falta de disponibilidad de divisas, exacerbada por los efectos recrudecidos del bloqueo y la incesante persecución por parte del Gobierno de EE.UU. a toda fuente de ingreso al país”.
El reporte indica que “el elemento principal que ha impedido que la economía pueda avanzar con mayor celeridad y dinamismo, ha sido la imposibilidad de alcanzar los ingresos previstos por exportaciones no materializadas”.
Solo por este concepto, el bloqueo provocó daños y perjuicios ascendentes a 1 808 millones de dólares, un 37% del total de las afectaciones reportadas a causa de esta política entre marzo de 2022 y febrero de 2023.
El sector no estatal tampoco escapa del bloqueo. “Las restricciones del bloqueo han limitado de manera significativa la actividad de numerosos emprendedores privados, dueños de empresas y cooperativistas cubanos”.
“Las restricciones de viajes a ciudadanos estadounidenses han continuado afectando el flujo de visitantes a Cuba, lo que ha provocado una reducción significativa de la demanda de bienes y servicios de dicho sector durante los últimos años.
“Emprendedores cubanos han sufrido también la cancelación de cuentas bancarias en EE.UU., lo que ha dificultado y encarecido sus transacciones financieras.
“Las medidas coercitivas aplicadas contra las instituciones financieras en los últimos años han provocado que varias plataformas de pago y comercio electrónico, como PayPal y Airbnb, se niegan a brindarles servicios a estas personas”, denuncia el informe.
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Por otra parte, las afectaciones ocasionadas por el bloqueo al comercio exterior cubano entre marzo de 2022 a febrero de 2023 alcanzan 3 081.3 millones de dólares.
“Como en años anteriores, las mayores afectaciones se aprecian en los ingresos dejados de percibir por exportaciones de bienes y servicios, con un valor de 1 808 millones de dólares. El turismo continúa siendo el sector más afectado en este aspecto, al acumular aproximadamente el 58.5% del total”.
Dada la imposibilidad de realizar exportaciones hacia EE.UU., se reportan afectaciones en el sector agrícola cubano que alcanzan los 248.9 millones de dólares, un 8% superior a lo reportado en el informe anterior. Esta cifra comprende las exportaciones potenciales de tabaco, carbón vegetal, frutas selectas, miel, ají picante, entre otros.
Por otra parte, se mantienen las limitaciones para las importaciones de productos agroalimentarios desde EE.UU.
“La empresa Alimport se ve obligada a asumir gastos adicionales para poder participar en este comercio irregular, que funciona en un solo sentido, puesto que Cuba no tiene acceso a financiamiento de la banca estadounidense ni del sistema crediticio internacional para este tipo de operaciones, debido al llamado riesgo país. Esto expone a la entidad cubana a depender de otros acreedores, los cuales aplican costos financieros de aproximadamente un 5% por encima de lo normal”.
Las consecuencias negativas por concepto de fletes, seguros y la utilización de intermediarios comerciales, con el consecuente encarecimiento de las mercancías, alcanza los 490.9 millones de dólares, un 31% superior al informe anterior.
Entre marzo de 2022 y febrero de 2023, el sistema bancario y financiero continuó siendo uno de los principales blancos de las medidas coercitivas agresivas del Gobierno estadounidense.
Las afectaciones monetario-financieras ocasionadas a la economía cubana en este periodo superaron los 280.2 millones de dólares.
El número de bancos extranjeros que por diferentes motivos se negaron a realizar operaciones con bancos cubanos ascendió a 130 (75 de Europa, 21 de América y 34 del resto del mundo), con 267 operaciones involucradas.
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Si bien es cierto que todos nuestros problemas no recaen siempre en la unilateral política de Washington, es innegable que el bloqueo provoca daños directos extremos en nuestra economía y en nuestra realidad cotidiana, por el engranaje integral de sus medidas.
Es una política que tiene el propósito cruel y práctico de privar al país de los ingresos financieros indispensables para adquirir alimentos, suministros, equipamientos, partes y piezas, tecnologías y software. Y en un contexto de pospandemia y crisis multidimensional global, su alcance tiene una dimensión aún más perversa y dañina desde el punto de vista humanitario.
