MIAMI, Estados Unidos. – Un cuarto vuelo con migrantes venezolanos aterrizó en la Base Naval de Guantánamo, según confirmaron fuentes oficiales de Estados Unidos. La nueva operación se produce en medio de una creciente polémica sobre la falta de transparencia de la Casa Blanca respecto al proceso y las condiciones de detención de los trasladados.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha defendido la medida argumentando que los migrantes enviados a Guantánamo son presuntos miembros de la organización criminal Tren de Aragua. No obstante, familiares de los detenidos y organizaciones de derechos humanos han rechazado estas acusaciones y denunciado que los migrantes permanecen incomunicados.
“La detención de inmigrantes en Guantánamo sin acceso a abogados o protecciones básicas es una grave violación de sus derechos y un abuso alarmante del poder gubernamental”, declaró Rebecca Lightsey, codirectora de American Gateways, de acuerdo con un reporte de la agencia de noticias EFE.
El Gobierno de Estados Unidos no ha proporcionado detalles sobre el número total de personas detenidas en Guantánamo ni sobre su situación legal. Según EFE, al menos un centenar de venezolanos han sido trasladados a la base naval en los últimos meses.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y otras organizaciones han presentado una demanda contra la Administración Trump exigiendo acceso a los migrantes detenidos y mayor transparencia en el proceso. “Al enviar inmigrantes a una isla remota, aislándolos de abogados y familiares, el Gobierno está demostrando su desprecio por el Estado de derecho”, afirmó Lee Gelernt, del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU.
Por su parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, ha respaldado la estrategia del Gobierno y criticado a los demandantes. “Si la Unión de Libertades Civiles AMERICANAS está más interesada en migrantes criminales altamente peligrosos que en ciudadanos estadounidenses, deberían cambiarse el nombre”, declaró a NPR la portavoz del DHS, Tricia McLaughlin.
Desde hace décadas, la Base Naval de Guantánamo ha sido utilizada para albergar migrantes caribeños interceptados en el mar. No obstante, su imagen ha estado marcada por el uso del centro de detención del Pentágono, donde permanecen reclusos vinculados a ataques terroristas, incluido Khalid Sheikh Mohammed, señalado como el cerebro del 11 de septiembre.
La decisión del Gobierno de Donald Trump de utilizar el centro de detención de Guantánamo para albergar hasta 30.000 migrantes ha generado críticas de organizaciones de derechos humanos, que advierten sobre posibles detenciones prolongadas sin supervisión adecuada. Human Rights Watch advirtió que esta práctica “viola los derechos humanos y puede equivaler a tortura”.
