El actor y antes campeón olímpico Johnny Weissmuller, quien estuvo varias veces en Cuba, llegó a La Habana por primera vez el 25 de agosto de 1931 y se hospedó en el Hotel Nacional.
MADRID, España.- El rumano estadounidense Johnny Weissmuller, de nadador más destacado de su época, se convertiría en el Tarzán de mayor popularidad en la cinematografía norteamericana. Weissmuller consiguió tres medallas de oro en las Olimpiadas de París en 1924 y fue campeón en las de Ámsterdam en los 100 metros estilo libre.
Alrededor de un año antes de que debutara como hombre mono rey de la jungla —lo que ocurrió en 1932—, en la mañana del 25 de agosto de 1931 desembarcaba por la bahía de La Habana a bordo del vapor Virginia, acompañado por su esposa y el nadador Harold Slabby. En la tarde de ese día almorzaría como invitado especial en el recién inaugurado Hotel Nacional de El Vedado, en cuya piscina ofreció una exhibición frente a un grupo numeroso de espectadores, hecho que reseñó con posterioridad el Diario de la Marina.
Sobre las cinco de la tarde de la misma fecha concluyó aquel breve tránsito de Weissmuller por la capital de la Isla y embarcó en el propio Virginia de regreso a Estados Unidos. Pero volvería a la Mayor de las Antillas convertido en el famoso Tarzán, personaje creado por Edgar Rice Burroughs y que, desde la primera película rodada sobre el simio en 1918, habían interpretado actores como Elmo Lincoln, James Pierce y Frank Merrill; sin embargo, Weissmuller resultaría el más exitoso de todos.
Acerca de otro de sus viajes a La Habana, en su libro Mi padre Tarzán (Tarzán, my father, publicado en 2002), el hijo de Weissmuller, Johnny Weissmuller Jr., relata que en el verano de 1958 cuando su progenitor se dirigía a un torneo de golf entre celebridades organizado en la capital de Cuba, él y sus amigos fueron detenidos por miembros del movimiento dirigido por Fidel Castro. Entonces él se identificó golpeándose el pecho con los puños y emitiendo el característico grito de Tarzán. Los atacantes lo reconocieron, le pidieron autógrafo y lo acompañaron hasta el campo de golf.
Con aquella visita del 25 de agosto Weissmuller devendría una de las primeras personalidades del arte hospedadas en el Hotel Nacional y otro de los famosos del mundo que estuvieron por la Isla en su época republicana. El actor murió en 1984 en Acapulco, México, donde pasó los últimos años de su vida.
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