LA HABANA, Cuba.- “Aquí se moja todo, lo he perdido todo, mis muebles, mis cosas y no hay quien me ayude”, denunció Juan Osmani Paula Suárez, un cubano cuya vivienda se está cayendo a pedazos producto del deplorable estado constructivo en que se encuentra. Bajo su techo ya no puede guarecerse.
El inmueble en cuestión está ubicado en la calle Almendares número 6, entre Santa María y Santa Teresa, municipio Plaza de la Revolución.
La mayor parte del techo de la vivienda se ha ido desplomando poco a poco y las autoridades han ignorado el pedido de ayuda de Paula Suárez, a pesar del peligro al que está expuesto.
“Llevo más de siete años pidiéndole al Estado que me ayude. He ido a vivienda (Dirección Municipal de la Vivienda) al Consejo de Estado (oficinas de atención a la población), a todos los que tienen que ver con esto aquí y no me ayudan”, refirió el entrevistado.
En las imágenes captadas por las cámaras de CubaNet se puede observar el pésimo estado constructivo en que se encuentra el hogar de Paula Suárez y el riesgo inminente que representa para su vida permanecer en estas condiciones, pues el techo podría venirse abajo de un momento a otro.
“Yo no sé a dónde voy a ir para que me ayuden con esta situación, qué están esperando que pase, cuando esto me caiga arriba ya no va a haber solución, es que después de muerto ya no necesito una solución”, aseguró.
El hombre destacó que las filtraciones por las lluvias provocaron que perdiera la mayoría de sus pertenencias materiales, lo que dificulta aún más su vida, pues se ve imposibilitado de volver a adquirirlas debido al proceso inflacionario que afecta el país.
“He perdido mis muebles, el televisor, todo, lo he perdido todo, y en cualquier momento también voy a perder la vida si no me ayudan con esta situación, porque esto se está cayendo por pedazos”, precisó.
Entretanto, Paula Suárez recordó que en ocasiones ha estado madrugadas enteras sin poder dormir a causa de las lluvias: “Aquí llueve más afuera que adentro y no es nada fácil estar en un rinconcito de la casa esperando a que escampe para poder dormir, porque me mojo y estoy cansado, ya no puedo más con esto”.
Cada vez son más los cubanos que denuncian en redes sociales o ante medios de prensa independientes, que viven atemorizados ante el peligro de morir sepultados por el desplome de sus viviendas.
Los fenómenos meteorológicos que traen aparejados lluvias y vientos fuertes suelen ser la peor pesadilla de cualquier cubano que habita una vivienda en nefastas condiciones constructivas y que padece la indolencia e inacción del régimen.