MIAMI, Estados Unidos. – La Empresa de Ómnibus Nacionales (EON) de Cuba cerró el año 2024 con un aumento en la cantidad de pasajeros transportados, pero con mayores problemas estructurales y operativos que afectaron aún más la calidad del servicio. Así lo reconoció el ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, en una publicación en Facebook, donde expuso las dificultades que enfrenta la entidad.
Según el ministro, la EON transportó un total de 8.870.473 pasajeros en 2024, lo que representa un incremento de 1.729.655 pasajeros en comparación con el año anterior. Sin embargo, este crecimiento no se debió a un fortalecimiento del transporte interprovincial, sino a la incorporación de medios arrendados y recorridos locales en apoyo al transporte público.
“Este crecimiento no mitiga los profundos problemas estructurales y operativos que enfrenta la entidad”, advirtió Rodríguez Dávila. Entre los factores que han impactado negativamente en el servicio, el ministro mencionó “la reducción en la disponibilidad de combustible y las dificultades para importar piezas de repuesto, provocadas por las tensiones financieras, unido a problemas organizativos y de disciplina”.
A pesar del aumento en los pasajeros transportados, los datos muestran un retroceso respecto a la capacidad operativa de la empresa. En la actualidad, la EON cubre solo el 74% de las rutas existentes en 2019 y la Programación Nacional ejecuta 150 salidas diarias, lo que equivale apenas al 36% de las que se realizaban en ese año.
Además, la puntualidad de los viajes cayó al 87%, con 8.813 atrasos registrados, una cifra significativamente superior a los 4.079 atrasos reportados en 2019, cuando la puntualidad superaba el 98%.
Rodríguez Dávila identificó cinco problemas clave que han deteriorado el servicio:
- Combustible: “La asignación y disponibilidad física del combustible han sido insuficientes, provocando atrasos en el servicio de la Programación Nacional y en la actividad de fletes, limitando en algunos casos los servicios extras”.
- Lubricantes: “Existe un déficit de lubricantes, lo cual ha afectado el mantenimiento y la operatividad de los ómnibus”.
- Finanzas: “La empresa enfrenta una compleja situación financiera debido a la necesidad de amortizar créditos de años anteriores, entre otras causas”.
- Comunicación: “Se han detectado deficiencias en la información y comunicación a los pasajeros en caso de atrasos y roturas”.
- Importación de piezas: “Las dificultades para la importación de piezas y accesorios han incrementado la paralización del parque productivo y deteriorado la calidad del servicio”.
El estado técnico de los ómnibus continúa en franco deterioro. En 2024, el Coeficiente de Disponibilidad Técnica (CDT) cerró en apenas un 50%, una reducción del 19% respecto al año anterior. De un parque total de 588 ómnibus, 240 permanecieron fuera de servicio. A lo largo del año, se registraron 1.453 roturas, 553 más que en 2023, con un índice de fallos de 49,7 por cada 10.000 kilómetros recorridos y un tiempo promedio de reparación de 4,30 horas.
El ministro reconoció que el reto para 2025 será “revertir estos indicadores desfavorables, aumentar la cantidad de pasajeros en viajes interprovinciales y mejorar el estado técnico de los ómnibus”. No obstante, la publicación no ofreció detalles sobre cómo se enfrentarán estos problemas ni si existen planes concretos para mejorar la situación del transporte en el país.
Rodríguez Dávila anunció que en una próxima publicación abordará el estado de las terminales de ómnibus y sus perspectivas para este año, un tema que también impacta en la crisis del transporte en Cuba.
