AREQUIPA, Perú – El régimen cubano aprobó una nueva política ante el alza de personas desamparadas y mendicantes en las calles de la Isla, informa un reporte del medio oficial Cubadebate.
Según consideraron las autoridades cubanas en una reunión del Consejo de Ministros este miércoles, las personas indigentes en el país no son el resultado de circunstancias, sino de “conductas”.
Al respecto, luego de diez años de la política para la atención a las personas con “conducta deambulante”, durante el encuentro se aprobó su actualización, “a partir de la situación que vive hoy el país”.
La ministra de Trabajo y Seguridad Social, Marta Elena Feitó Cabrera, definió como conducta deambulante el “trastorno del comportamiento humano multicausal, que constituye un modo de vida caracterizado por inestabilidad e inseguridad del lugar de permanencia, carencia de autocuidado y autonomía económica, así como de proyecto de vida favorable. Habitualmente se evidencia transgresión de las normas de convivencia y de disciplina social”.
La titular desestimó así la responsabilidad del Gobierno en la proliferación de la indigencia en un contexto marcado por la crisis, la escasez, pensiones bajas y políticas económicas fallidas.
Actualmente, dijo, existen nueve centros de Protección Social en las provincias de Pinar del Río, La Habana, Matanzas, Villa Clara, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín, Granma y Santiago de Cuba, donde estas personas “son evaluadas clínicamente y atendidos sus problemas”.
Se prevé para este año la constitución de un nuevo centro en la provincia de Las Tunas. En los territorios donde no se han creado existen equipos multidisciplinarios de las instituciones de salud.
De los poco más de 3.700 pacientes que están en estas instalaciones, el 87% son hombres; el 50% se encuentra entre 41 y 59 años; el 30% son personas en situación de discapacidad; el 24 % tiene algún trastorno siquiátrico; el 30% mantiene patrones elevados de consumo de bebidas alcohólicas; y el 38% son menores de 60 años que no tienen domicilio al cual regresar, informó Feitó Cabrera.
Con la nueva política, el régimen busca delegar la responsabilidad en los Consejos de la Administración Municipal para “la prevención, atención, control, seguimiento y toma de decisiones en relación con la atención a las personas con conducta deambulante”.
Dispone que el Gobierno de las provincias que no cuentan con un Centro de Protección Social, deben evaluar la pertinencia de su creación; y propone diseñar el protocolo de actuación para la detección, información y traslado de personas mendicantes.
Al reconocer que el problema impacta incluso a niños, la nueva política plantea la remisión al centro educacional o sanitario más cercano a los menores de edad que se detecten deambulando, “para certificar su estado de salud, brindar la atención que se requiera e informar a las autoridades correspondientes”.
El Consejo de Ministros también aprobó con la norma un plan de contención para mendigos menores de 60 años y sin casa, a los cuales el Gobierno de cada provincia debe facilitar rehabilitación, empleo, subsidios y vivienda.
Mas allá de la propaganda de los medios en la Isla o las disposiciones legales, en la práctica, el régimen cubano ha prometido procedimientos similares a otros grupos vulnerables en el país, como discapacitados, madres solteras con tres o más hijos, damnificados de ciclones y desastres naturales, pero no los ha cumplido.
En ese sentido, el viceprimer ministro Jorge Luis Perdomo Di Lella negó que quienes van a los centros de Protección Social están detenidos o en régimen penitenciario provisional.
En adición, excusó el compromiso gubernamental diciendo que, si bien existen personas que están solas y son responsabilidad del Estado, “estos centros no son para que vivan durante años allí”.
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