Un jurado federal condenó esta semana en Miami a Javier Hernández, miembro de la banda criminal “La Mafia Cubana de Quintana Roo”, que desde 2009 operaba en México extorsionando y torturando a migrantes cubanos en su travesía a Estados Unidos, entre otros delitos.
Tras un juicio de un mes, se conoció el modus operandi de esta organización transnacional con operaciones en Cuba, México, España y el sur de Florida. Hernández, de 50 años, fue encontrado culpable de conspiración de contrabando de extranjeros, tráfico de vehículos, lavado de dinero, tráfico de bienes robados y soborno a funcionarios, entre otros cargos.
El grupo secuestraba en México a los cubanos y amenazaba a sus familiares en EEUU exigiendo 10 mil dólares por su liberación, advirtiendo que de lo contrario los dejarían morir de hambre. A quienes no pagaban los torturaban con pistolas y descargas eléctricas.
Hernández transportó un vehículo a México para sobornar a un funcionario y que la red pudiera continuar con el lucrativo tráfico de migrantes. Este fallo expone las brutales prácticas de grupos criminales que se aprovechan de la desesperación de los cubanos para huir de la isla.
