Friday, September 20, 2024
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Comprar yogurt en las tiendas Trimagen, una agonía

LA HABANA, Cuba.- Una tarea esencial hoy para la mayoría de los cubanos y a la que dedican la mayor parte de sus energías y recursos económicos es reforzar los exiguos alimentos recibidos por la Sigue nuestro canal de WhatsApp. Recibe la información de CubaNet en tu celular a través de Telegram.

“>Libreta de Abastecimiento (lo que oficialmente se empeñan en llamar “Canasta Básica”).

Hace unos días fui con una vecina al complejo de tiendas Trimagen de la calle Ayestarán, en El Cerro, a comprar yogurt y algún comestible más que hubiese.

Pero antes de ir, tuve que averiguar el municipio que compraba ese día, pues solamente se vende en días alternos para los habitantes de los municipios Plaza y El Cerro. Si le corresponde comprar, deberá madrugar y marcar desde las 4:00 o 5:00 de la mañana, y así tener un buen lugar al iniciarse el despacho y salir lo más temprano posible. Nosotros, que llegamos a las 10:00, pudimos comprar alrededor de las 4:00 pm.

La cola se hace a unos cien metros de la tienda, para evitar tumultos en la puerta del local. Hay que esperar un largo rato, que venga un empleado para recoger los carnés de identidad de las personas para escanearlos, pues únicamente permiten comprar una vez al mes.

Como la fila es larga, no se aceptan todos los carnés de una vez, y los van recogiendo por grupos, de forma sucesiva. Los escogidos deben esperar a que los llamen para pasar a otra cola más pequeña frente a la tienda. Desde allí los llaman por su nombre, para acceder a la tienda.  

Este proceso se repite varias veces, siempre con la incertidumbre de que informen que por ese día se agotaron las existencias.        

Según la opinión de personas que se encontraban allí para comprar yogurt, “el sacrificio vale la pena, pues el recipiente contiene cuatro litros y es de calidad”.

Muchos de los que hacen la cola son revendedores. El yogurt de la tienda, que es de la marca Niña Bonita, cuesta 480 pesos, mientras que en la calle los revendedores lo tienen a 3.500 pesos. El poco más de un litro de yogurt casero de los vendedores callejeros cuesta 350 pesos.  

El Plan Niña Bonita, que está en Cangrejeras, cerca de Bauta, en la provincia Artemisa, fue una iniciativa de Fidel Castro, en la época en que se propuso hacer de Cuba un país exportador de leche y sus derivados que superara a Holanda. Pero aquel plan, como otros del Comandante, se convirtió en un rotundo fracaso.   

Llama la atención que en la tienda Trimagen de Ayestarán solamente despachan para dos municipios, y aun así nunca cubre la demanda. ¿Cómo se abastecen de yogurt los habitantes de los 17 municipios de la capital? Pues, los que puedan, deben ir a los mercados en MLC, para ver si lo encuentran. Si no, comprárselo a los vendedores callejeros.  

Yo encontré también ese día en Trimagen, a 57 pesos, unas pequeñas latas de mermelada de mango, marca “La Indiana”, que se fabrican en Loma de Tierra, a 20 kilómetros del Cotorro, y son distribuidas por la Empresa Cubagro, aunque en realidad son parte de Empresa Militar Este Habana.

En la cafetería aledaña a la tienda Trimagen, luego de hacer la correspondiente cola, despachan, para consumir en el lugar, yogurt, helados, refrescos, dulces, y café. Personas de bajos ingresos van con pomos de refresco desechables de litro y medio, compran vasos y los rellenan allí. El precio de cada vaso es 35 pesos. Una bola de helado cuesta 70 pesos y si pide una ensalada (cinco bolas) son 350 pesos. La taza de café expreso vale 70. Como se ve, son precios bastante elevados respecto al salario medio de la mayoría.

En el resto de las instalaciones del complejo Trimagen del Cerro, que fue inaugurado después de una remodelación por el 500 aniversario de la fundación de la villa San Cristóbal de La Habana, imprimen fotografías y comercializan unos pocos productos de computación, obras de arte, espejos, jarras y televisores, estos últimos en MLC. Apenas se ven clientes dentro de estos espacios.

Trimagen cuenta en la capital con otros puntos de venta como 41 y 19, en Playa; 51 y 156, en La Lisa, y algunos en el interior del país, pero no ofertan alimentos como en Ayestarán.

Terminé mi aventura en Trimagen con un recipiente de yogurt, ocho latas de mermelada, 903 pesos en gastos, casi seis horas de cola, 200 pesos más por el alquiler de un auto para regresar a mi casa (a unas quince cuadras), más el invaluable cansancio físico.

ARTÍCULO DE OPINIÓN Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien las emite y no necesariamente representan la opinión de CubaNet.

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