El cineasta cubano Orlando Mora Cabrera se unió a las voces que condenan la censura dentro de la edición 44 del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
Durante una de las presentaciones en un cine de la capital cubana, Mora Cabrera exhortó a que “no nos dejemos distraer por los ornamentos carnavalescos o las pantallas y tarimas festivas que se ven por la calle 23. El verdadero sentido de todo esto, lo que es esencial para pensar la sociedad, es venir al cine”.
El realizador continuó su discurso lamentando que “en este Festival no se van a exhibir todas las películas que deben llenar estas pantallas de luces. Este festival tiene el deber de ser un espacio más plural, más inclusivo y más justo”.
“Cuando se censura, no solo se excluye al artista; también se silencia la voz del pueblo, privado de hacer un juicio crítico con relación a la obra y a nuestra propia realidad (…) En este genuino encuentro entre los cineastas y el público se produce también un ejercicio de libertad. Apostemos todos por un cine libre: ese es el único camino”, concluyó.
Mora Cabrera presentó su película documental “Brujo Amor”.
Mira @fernandorojas_6, otro ‘muchachón'(Orlando Mora) haciendo de las suyas en el fallido @FestCineHabana que preparaste para el PCC, el año q viene lo eliminas. #Cuba @PresidenciaCuba #LibertadParaLosPresosPolíticosCuba @RPolancoF @InesMChapman @AlpidioAlonsoG @triana_alexis pic.twitter.com/VwUsDOEGmU
— Liborio en Cuba (@CubaLiborio) December 12, 2023
El domingo, también el realizador cubano Ernesto Daranas condenó la censura existente en la isla contra los creadores en el discurso que pronunció para presentar el documental “Landrián” en el Festival.
“Este año se está cumpliendo el 20 aniversario de la muerte de Nicolás Guillén Landrián, ese visionario del cine cubano cuya obra fue censurada mientras su persona fue sometida al ostracismo, la prisión y finalmente el exilio”, expresó el director de cine.
Daranas añadió que la censura “no es una caso del pasado. Todavía hoy la censura y la exclusión son ejercidas sobre obras de cineastas, sobre el derecho de nuestro pueblo a acceder libremente a sus películas y sobre las propias instituciones del cine cubano, que incluye a este querido festival”.
Por último, Daranas dedicó el filme “a todos los colegas y compatriotas objeto de exclusión y censura. A esos que en cualquier rincón de Cuba y el mundo siguen empeñados en contar libremente sus historias, en expresar y defender libremente sus ideas” y a la Asamblea de Cineastas Cubanos.