AREQUIPA, Perú – La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, presentó ante el Cuerpo Diplomático acreditado en ese país unas supuestas pruebas de lo que llama una “operación mediática que busca desestabilizar a Venezuela”.
En el encuentro, realizado este jueves, la líder chavista dijo contar con pruebas de que las actas electorales que validan la victoria del candidato opositor fueron falsificadas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela en su página web recoge declaraciones de la funcionaria, quien “reveló a los representantes internacionales las acciones impulsadas por el excandidato Edmundo González Urrutia y la dirigente de la oposición extremista, María Corina Machado, antes, durante y después del proceso comicial”.
Rodríguez señaló que “los extremistas” habían anunciado diez días antes de la jornada democrática que no reconocerían los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el régimen. Sin embargo, no hizo referencia al hecho de que el CNE continúa sin mostrar las actas que demostrarían la proclamada victoria electoral de Maduro.
Según el citado ministerio, la vicepresidenta presentó “las pruebas de la falsificación de las llamadas actas de escrutinio publicadas por el extremismo en un portal web, usurpando las funciones del CNE para generar confusión sobre los resultados reales de las elecciones”.
Sin embargo, pese a la fanfarria del oficialismo, la nota no recoge las supuestas evidencias. Rodríguez también afirmó que el dominio de la web en la que fueron difundidas las actas fue comprado un día antes de los comicios y que no es un mecanismo oficial para proclamar cargos de elección popular.
Rodríguez sostuvo que la oposición venezolana sigue órdenes de “sus amos” de Estados Unidos y que los manifestantes detenidos confesaron haber recibido dinero para cometer delitos; un discurso calcado de la dictadura cubana cuando ocurrieron las masivas protestas del 11 y 12 de julio en la Isla.
De acuerdo con la narrativa de la funcionaria, el panorama en Venezuela responde a un “golpe de Estado que ha sido contenido” por “por el presidente Nicolás Maduro para mantener la paz”.
En contraste, pese a los esfuerzos de la propaganda chavista, pocas horas después de que el CNE anunciara los resultados de las elecciones presidenciales, Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay exigieron una revisión completa de los resultados con observadores independientes.
En total son decenas de países los que han reconocido a González Urrutia como el presidente electo, o en su defecto han demandado la presentación de las actas electorales en condiciones.
Entretanto, al menos unos 24 venezolanos han muerto entre el 28 de julio y el 5 de agosto en Venezuela como resultado de la represión del régimen de Nicolás Maduro a las protestas en rechazo a su fraude electoral.
n comunicado de la ONG PROVEA, citado por la agencia Europa Press, indica que más de un tercio de las muertes son responsabilidad de grupos paramilitares oficialistas.
“Los registros de PROVEA dan cuenta de 24 personas fallecidas entre el domingo 28 de julio y el lunes 05 de agosto en eventos y protestas relacionadas con los comicios”, señala la publicación.
Según la organización en al menos nueve de los asesinatos de manifestantes registrados, las agrupaciones de civiles armadas pro-oficialistas o ‘colectivos’, están señaladas por testigos presenciales como posibles autores de los hechos.
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