LA HABANA, Cuba. – En la reunión del Consejo de Ministros celebrada en el actual mes de marzo, el flamante sustituto de Alejandro Gil como titular del Ministerio de Economía y Planificación, Joaquín Alonso Vázquez, dio a conocer que al cierre de enero se incumplían las producciones de huevos, leche, carne bovina y carne de cerdo.
En el caso de la leche, el incumplimiento productivo ocasiona que el país deba importar apreciables cantidades de leche en polvo para, al menos, dar respuesta a los requerimientos de la población infantil y otros consumos prioritarios. Comoquiera que esas importaciones sufrieron atrasos como consecuencia de la endeblez financiera del régimen, el malestar de la población no se hizo esperar. Fue uno de los detonantes de las protestas populares en Santiago de Cuba y otros lugares de la Isla.
Esas mermas productivas, repetidas año tras año, han provocado una disminución en la oferta de esos renglones alimentarios, con el consiguiente agravamiento de la escasez de comida que afronta la población. Hay que tener presente, además de los citados incumplimientos de enero de este año, la caída en picada que experimentaron las producciones de leche, huevos, carne bovina y carne de cerdo con respecto a la etapa prepandémica de los años 2018 y 2019.
De igual manera, han aumentado sobremanera los precios minoristas de esos surtidos en los mercados liberados que aún los ofertan. Por ejemplo, un recorrido por algunos mercados agropecuarios de oferta-demanda nos permitió comprobar que una libra de carne de cerdo cuesta 650 pesos, algo prácticamente inalcanzable para un jubilado que perciba una pensión mensual de 1.500 pesos, o de un empleado estatal con un salario de 2.100 pesos.
Así las cosas, los directivos del Ministerio de la Agricultura decidieron celebrar una nueva versión de la Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria Fiagrop 2024, que por estos días ha tenido lugar en el habanero recinto ferial de Rancho Boyeros. Se trata de un evento que reúne a 106 entidades cubanas y más de una decena de países, que observan una variada muestra de ejemplares vacunos, porcinos, chivos y hasta aves de corral. Todo en sintonía con la imagen de bonanza que el castrismo suele brindar a sus visitantes.
En las palabras inaugurales de Fiagrop 2024, el ministro de la Agricultura, Idael Pérez Brito, anunció que en esta feria se daría a conocer la Cartera de Oportunidades de inversión extranjera en el sector agropecuario. Un elemento de vital importancia para revitalizar la alicaída producción de ese sector, y que, al parecer, no acaba de interesar a los potenciales inversores foráneos.
En otra parte de su intervención, tras asegurar que todos los participantes en la Feria tienen como fin “incrementar la producción de alimentos para el pueblo”, el ministro apuntó: “Este evento sirve de actividad extensionista para visibilizar las buenas prácticas en la agricultura, y que estas puedan multiplicarse”.
En verdad, cuesta trabajo imaginar de qué “buenas prácticas en la agricultura” habla el señor Pérez Brito, cuando el propio Ministerio de Economía y Planificación reconoce el fracaso productivo de ese sector de la economía cubana.
Con la realización de este evento Fiagrop 2024, el castrismo, una vez más, queda como candil de la calle y oscuridad de la casa. Es una burla exhibir en una feria renglones alimentarios que desde hace tiempo no están al alcance del cubano de a pie.
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